Cerrar

EL CRIMEN DE LA JOYERA | NUEVAS PISTAS REVELADORAS

Marta fue asesinada en un piso de la calle Sancho Ordóñez, en San Mamés

Revisan las imágenes de la cámara de una tienda frente a la que aparcó su coche

Panorámica general de Sancho Ordóñez tomada ayer.

Publicado por
m. a. zamora / a. gaitero | león
León

Creado:

Actualizado:

Los autores del homicidio de Marta Villayandre eligieron un piso de la calle Sancho Ordóñez, ubicado en el barrio de San Mamés, para acabar con la vida de la joyera, según han confirmado fuentes de la investigación a este periódico. El inmueble elegido era propiedad de una tercera persona ajena a los imputados, que desconocía el uso que se iba a hacer de su domicilio y que ya ha sido interrogada por la Policía. Permanece en libertad.

Las cámaras de vigilancia interior de un establecimiento comercial de la calle registraron todos los movimientos que se produjeron el día de autos a las horas posteriores a los hechos en los alrededores del coche de la víctima, que aparcó su vehículo frente al portal número 1 de la mencionada calle. La Policía Nacional considera que puede servir como material probatorio la grabación del establecimiento, en la que presuntamente se aprecia como dos de los detenidos acceden al coche de la joven fallecida y abandonan el lugar de los hechos a bordo del utilitario de la mujer.

«Vino la policía el lunes y nos pidieron la grabación. Lo que pasa es que nuestras cámaras son de las que llaman 'de advertencia' y la calidad que puede tener no es la misma que si hubieran estado en la calle. Pero por lo que nos han dicho, es posible que algo hayan encontrado, porque el coche había quedado aparcado justamente ahí, en frente y parece ser que se les ve cómo se lo llevan», explicó a este periódico el propietario del negocio.

«Movimiento de policías ha habido bastante por aquí», explican en un bar cercano. «Yo no he visto nada y no sabía nada. ¿Que la mataron en esta calle? ¡Pero si a mí me habían dicho que fue en la carretera de Asturias! No sé, yo no sé nada», manifestó el camarero.

La calle Sancho Ordóñez tiene alrededor de una veintena de portales. Prácticamente todos son bloques sin ascensor, con una comunidad de residentes muy variopinta. La mayoría son personas de edad relativamente avanzada. Al principio de la zona, en la acera de los números impares, hay un gran bloque en el que residen mayoritariamente estudiantes y en frente, un edificio de color naranja de diez plantas cuenta con una nutrida colonia de rumanos en sus dependencias. Ayer no se pudo constatar la existencia de ningún inmueble precintado por la Policía Nacional y la zona permanecía en calma relativa.

«A mí vinieron a preguntarme si la chica había estado tomando café aquí a esa hora o si la había visto y ya les dije que no, pero no sabemos nada del tema». En la farmacia resultan bastante más explícitos: «Yo, de que la mataran en esta zona no sabía nada. Lo que sí sé es que nos trajeron unas fotos para ver si reconocíamos a dos chicos y uno, desde luego, andaba siempre por esta plaza. Es uno delgadito, que vestía muy bien y siempre iba muy elegante».

Concertó una cita. Marta Villayandre, la joyera de 40 años que fue asesinada el pasado día 18 de enero en León cuando se disponía a realizar una importante venta de joyas a un grupo de colombianos que residían en León, concertó una cita presuntamente con dos de las cuatro personas que permanecen ahora en prisión imputados en sendos delitos de robo con violencia y homicidio.

La víctima se dirigió a primera hora de la tarde al lugar convenido, un piso de la calle Ordoño Sánchez, donde supuestamente la esperaban los colombianos. Estacionó junto a una esquina del final de la calle, aunque no se ha podido determinar si la elección responde a una cuestión de azar o si realmente la casa en la que se iba a realizar la operación quedaba prácticamente en la última esquina. La tesis con la que trabaja la Policía Nacional es que la intención desde un primer momento era robarle las joyas. En un momento de la cita se produjo un forcejeo, a raíz del cual Marta murió asfixiada.

El cadáver, en el maletero. A continuación, los presuntos autores del crimen bajaron el cuerpo a la calle y lo metieron en el maletero del vehículo de la víctima, tras lo cual se trasladaron a Asturias.

Por el camino, al final del descenso del Puerto de Pajares por la carretera N-630, tomaron la desviación de Puente de los Fierros a Parana, en las inmediaciones de Campomanes y en un barranco muy escarpado se deshicieron del cadáver. Posteriormente, continuaron el viaje a Oviedo, donde dejaron abandonado el automóvil en un espacio reservado para carga y descarga del que la grúa municipal se lo llevó al día siguiente.

Captados por las cámaras. Tal y como grabaron las cámaras de la estación de autobuses de la capital del Principado, los colombianos regresaron a continuación a León y trataron de hacer vida normal, a pesar de que desde un primer momento la Policía Nacional puso en marcha un dispositivo de vigilancia. Eran los principales sospechosos. La aparición del automóvil desencadenó las detenciones y el pasado domingo uno de los sospechosos confesó su participación en los hechos y se ofreció a llevar a la Policía hasta el lugar en el que se encontraba el cadáver.

«Del lunes para acá, ha sido un no parar de policías por esta calle», explican en otro negocio de tintorería de la calle Sancho Ordóñez. «Nos han preguntado si habíamos visto a los de la foto, si habíamos visto algo... De todo. Pero la verdad es que no sabemos demasiado».

Pese a que la tesis inicial hacía sospechar la posibilidad de que la muerte de Marta Villayandre podía haberse producido en las inmediaciones de la carretera de Asturias, las pruebas han llevado a descartar esta opción.

Cargando contenidos...