momento crítico para el carbón leonés | EL ANÁLISIS DE LAS CAUSAS
La burbuja del kilovatio
El economista Julio Lago explica cómo la presión de las empresas de gas natural,en un mercado eléctrico con exceso de producción, es la causa del fin de la minería
La crisis minera es un problema de espacio. «No hay mercado para todas las fuentes de energía y se pretende hacer sitio para el infrautilizado gas natural eliminando el carbón leonés, asturiano, palentino y turolense», como defiende el profesor titular de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de León, Julio Lago, en su informe de seguimiento del sistema eléctrico. Un trabajo metódico, basado en datos de Red Eléctrica Española (REE), en el que se expone que hay un «notable exceso de capacidad de generación eléctrica»: en la actualidad «España dispone de 97.447 megavatios, de los que 55.000 son firmes y el resto dependen del sol, el viento y el agua embalsada, pero la punta de demanda nunca ha sobrepasado el máximo histórico de los 45.450 megavatios».
El desfase, defiende el experto leonés, se ha generado por «la burbuja del kilovatio, similar a la burbuja inmobiliaria, que se dio con la financiación de la banca a parques eólicos, solares, regasificadoras o el gasoducto de Medgaz que une Argelia con Almería». «No hay más que ver las cifras. No hay sitio para más. Ahora, la diferencia entre el consumo y el tope de generación es igual a la energía que producirían 10 centrales como la de Compostilla, que podrían estar ociosas», ejemplifica. A su lado, en la pantalla del ordenador, la web de REE muestra el consumo y las fuentes que lo generan en forma de gráfico de tarta: «Todo esto que se produce con el carbón se lo quieren llevar las empresas de gas natural, que son las que están presionando. Esa es la verdadera razón de fondo que provoca el fin de la minería. No la contaminación, puesto que el gas también contamina, aunque menos; ni las subvenciones, dado que a las renovables se les han entregado 6.000 millones», sentencia.
En este «sistema eléctrico muy tensionado», Lago augura que se «acelerará el declive del carbón antes del 2018», que es la fecha que ha fijado la UE para el fin de las ayudas. Una caída alentada por «el renacimiento de la energía nuclear, en la que el Gobierno ha cambiado su postura, puesto que, a pesar de cerrar Garoña en el 2013, ha repotenciado al resto de centrales a partir del aumento de su capacidad de generación eléctrica». No es el único factor. La «creciente gasificación de la economía española» dará un paso más con «la inminente entrada en funcionamiento del gasoducto de Medgaz, en el que Endesa e Iberdrola con accionistas de referencia de los 900 millones invertidos», que permiten una «capacidad para abastecer el 20% del consumo español de gas natural»; un sector en el que «la regasificadora que más funciona está a un 63% de su capacidad».
El tercer clavo del ataúd lo aplica «el fin de la contaminación gratuita», ya que «a partir del 2013 el Gobierno dejará de entregar derechos de emisiones de CO2». Las eléctricas «pagarán más por contaminar», avanza el experto leonés, quien lamenta que «el proyecto de la Ciuden de Ponferrada no estará antes de 10 ó 15 años».