El aeropuerto del café para nadie
La concesionaria de la cafetería de la nueva terminal cierra 112 días despuésde la inauguración de Zapatero debido a la bajada de un 50% de sus ingresos
Desde el día 1 de febrero la cafetería del aeropuerto, que aúna la venta de revistas y periódicos, e
Pocas cafeterías de León son tan íntimas. Un contrasentido si se advierte de que el establecimiento es parte de un centro público. Pero en el bar del aeropuerto era un lugar discreto.Tanto que, ante la falta de clientela, la empresa concesionaria ha decidido echar la trapa. «Temporalmente fuera de servicio. Perdonen las molestias», se lee en el cartel que colgaron el pasado 1 de febrero de los maceteros que delimitan la zona de terraza. 112 días después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, inaugurase una infraestructura en la que se invirtieron 22 millones de euros, a los que se suman otros 58 millones en los últimos 6 años para aumentar las pistas de aterrizaje y mejorar las prestaciones, con el fin de aumentar el tráfico de viajeros. Un esfuerzo de cerca de 80 millones de euros que por el momento se queda tan escueto en resultados que ni siquiera da para el mantenimiento del establecimiento hostelero, a pesar de la contribución de clientes de la ruta del colesterol que suben de paseo desde La Virgen del Camino.
El cambio, lejos de conseguir el objetivo de aumento de viajeros, ha derivado en una bajade del número de personas registradas en el aeropuerto. Un 0,5% menos en diciembre con respecto al mismo mes del 2009, lo que deja la cifra en 5.695 usuarios. Poco capital para que pase por la barra de la cafetería, donde la caja ha bajado «un 50%» con relación a las que se contabilizaban en las antiguas instalaciones, según señala el responsable de la empresa concesionaria que ha abandonado, Longinos Pérez, quien explica que el balance no se ha templado ni siquiera con la bajada del canon de pago por explotación que se acordó con la dirección del aeródromo. «Sólo hay tres vuelos diarios medio vacíos, dos a las 07.00 horas y uno al mediodía, porque los que vienen de vuelta no dejan gran cosa. Hay otras cosas de atrás, pero la principal causa para dejar la concesión ha sido esa», subraya el empresario, a quien se había prorrogado el compromiso pero comunicó por escrito que el último día de servicio sería el 31 de enero.
El abandono del negocio crea una situación de vacío de servicios de hostelería en el aeropuerto. Hueco que la dirección del aeródromo ha decidido cubrir por el momento con la instalación de máquinas dispensadoras de bebidas, mientras inicia los trámites burocráticos necesario para la nueva concesión. Unos requisitos legales ante los calculan que en el plazo de un mes podrán contar, aunque sea de forma provisional previa adjudicación defintiva, del servicio de cafetería, que se acompaña de la venta de artículos de papelería, revistas y periódicos.
Más difícil será la fórmula de aumento de viajeros en la terminal -"que cuenta con una capacidad de 580 usuarios por hora, en vez de los 180 de las antiguas instalaciones-" para hacer que la cafetería pierda intimidad.