La familia espera que «el tiempo y las leyes nos ayuden» a superar el trance
La familia de Marta Villayandre sopesa estos días personarse como acusación particular en el sumario abierto por el Juzgado de Instrucción número 2 de León por delitos de robo con violencia y homicidio.
Por el momento, ha mostrado su deseo de permanecer al margen del interés mediático que ha despertado el caso. «Lo que queremos ahora es llorar su pérdida y nada más. El tiempo y espero que también las leyes nos ayuden», señala el hermano, Francisco Javier Villayandre.
Pero ni la investigación ni las las muestras de apoyo por el trágico final de la joyera leonesa han cesado. Ayer, la Comisión de Gestión del Parque Nacional de Picos de Europa, presidida por la vicepresidenta de la Junta y consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, expresó las condolencias de la entidad hacia Silvia Villayandre Bayón, hermana de la mujer asesinada, como trabajadora del parque.
La Asociación Leonesa de Artesanos de Joyería y la Federación de Joyeros, Orfebres y Relojeros de Castilla y León también ha mostrado su solidaridad con la familia a través de carteles colocados en sus establecimientos en los que expresa la «severa repulsa por el brutal asesinato de Marta Villayandre» y reivindica «el derecho a trabajar con seguridad».
Marta Villayandre se dedicaba a la venta de joyas a domicilio desde hace casi veinte años.
La familia ha mantenido una estrecha colaboración con el operativo policial para esclarecer el caso desde el mismo día de su desaparición, el martes 18 de enero. Cuando el 31 de enero fue descubierto el cadáver estaban planteando la posibilidad de que la hija de Marta, Paula, regresara al colegio para no desarraigarla del entorno y que pudiera celebrar su cumpleaños, ayer 3 de febrero, al lado de sus compañeros y compañeras de aula.