Los usuarios del bus critican que Caja España cobre 0,80 euros cada recarga
Los usuarios del transporte metropolitano mostraron ayer su indignación al conocer que Caja España cobra 0,80 euros por cada recarga que se realice en el cajero cuando el usuario no tenga cuenta en dicha entidad financiera. Un dinero que deberán pagar cada vez que se renueve el bono mensual, lo que al año supone casi diez euros, o se recargue con una cantidad determinada la tarjeta monedero. La Plataforma del Transporte Público de San Andrés reflejó ayer las múltiples quejas de los usuarios porque, asegura, «nadie nos había dicho nada al respecto». Así, este colectivo insiste en que se ha publicitado que la tarjeta monedero cuesta dos euros, cantidad que se descuenta en la primera recarga, y que si se acude a la ventanilla para recargarla el coste es de un euro. «Sin embargo nadie ha anunciado que el coste mensual por la recarga es de ochenta céntimos», señala la plataforma. Una cantidad que hace que el precio del billete «ya no sea tan económico como nos habían dicho y prácticamente quedamos igual que estábamos». Además, se pregunta si también se aplica esta comisión si la recarga se realiza en ventanilla, por lo que habría que sumar un euro más.
Críticas de Rubinat. El concejal leonesista, Luis Herrero Rubinat, se sumó también a las críticas de la puesta en marcha del transporte metropolitano en San Andrés, y asegura que «se ha tratado a los viajeros del municipio como si fueran mercancía». El concejal se refiere así a las escenas vividas en autobuses en los que no funcionó el lector de tarjetas. «Se trata de un problema de la empresa. Pero la respuesta que se daba a los viajeros, que ya presentaban su tarjeta y no tenían bonobuses, era que tenían que pagar el billete normal. Algunos protestaron, y no pagaron; otros, más resignados, se dispusieron a abonar el billete», explicó Luis Herrero.
Añadió que también se produjeron algunos incidentes con viajeros, en numero «sospechosamente elevado», cuya tarjeta no era reconocida por el lector, que «presentado el justificante bancario de haber satisfecho el abono mensual de febrero, se les daba de plazo hasta el primer viaje del día siguiente para solicitar una nueva tarjeta». Luis Herrero defiende que los usuarios son personas, «no mercancía». Rubinat acusó directamente a quien dio estas directrices, y defendió la profesionalidad y paciencia de los conductores de autobús.