Cerca de 300 puestos de trabajo del sector están en peligro por la crisis
La merma en las consumiciones y el aumento de los costes que soportan los negocios de hostelería de la provincia tienen en peligro a cerca de 300 puestos de trabajo que podrían desaparecer a corto plazo si la situación económica del sector no mejora en los próximos meses.
Algunas compañías de distribución que sirven a hosteleros de la provincia ya se han visto obligadas a efectuar reducciones de plantilla causadas por el descenso de la facturación. La fórmula es sencilla: si los hosteleros no venden, quienes les sirven tampoco hacen negocio.
En los negocios de los hosteleros la situación se puede aguantar un poco más, pero en la distribución es más difícil para los empresarios mantener los puestos de trabajo cuando las cuentas caen. Un bar o un restaurante registran una caída de actividad que repercute en su negocio, pero los distribuidores acusan la caída todos los bares y restaurantes.
20% menos de actividad. Según Pedro Llamas, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo, «un distribuidor no puede soportar el tener 10 camiones y que tres estén parados todo el día».
No obstante, los despidos amenazan también al personal de los bares y restaurantes, donde la presión de los impuestos ha aumentado en los últimos meses y las consumiciones han descendido de forma drástica en los últimos meses, según aseguran fuentes del sector. Los empresarios cifran en el 20% la caída de las ventas, que se podría agravar en los próximos meses si continúan descendiendo los registros de consumo.