Otro mundo al lado del Espolón
La manzana que debe derribarse para la ronda interior en el Espolón se degrada día a día. Las casas con vecinos se deterioran y otras son ocupadas por indigentes
Algunas de las viviendas se usan como refugio para transeúntes y sin techo.
La falta de ejecución del proyecto de ronda interior desde la plaza del Espolón al barrio de la Palomera está provocando una degradación cada vez más evidente en las condiciones de vida de la zona afectada por unos derribos que se demoran ya años.
Apenas una veintena de vecinos sigue viviendo en sus pisos de las calles Fernando I y Alfonso el Justiciero. Otros inmuebles han sido tapiados para evitar la entrada de indigentes y algunas casas han sido ocupadas sin consentimiento, lo que ha obligado a la Policía a algún desalojo en los últimos meses.
La única noticia positiva del último año ha sido la conversión en aparcamiento de un solar próximo a la plaza del Espolón, que estaba lleno de baches y ahora se ha asfaltado, y el asfaltado y cambio de aceras en Fernando I y Alfonso el Justiciero. «Esto no creo que se haga nunca», comenta Antonio, uno de los vecinos de la zona. «Hace 20 años que lleva hablándose de hacer esa calle desde la Palomera, y así seguimos. Ni había, ni hay dinero».
Los vecinos de la zona ya no se creen nada. Por una sencilla razón: son ya demasiados incumplimientos. La expropiación de esta manzana de casas se remonta a los años 90. En el primer expediente que se aprobó en el año 1997 se contemplaba la expropiación de 70 viviendas y los bajos de tres locales comerciales (un quiosco, un bar y una panadería), de los que sólo sigue abierto el local de venta de periódicos. El coste que se calculaba entonces era de 800 millones de las antiguas pesetas, casi el mismo que ahora, que se sitúa en los cuatro millones de euros.
Las pocas casas que quedan abiertas ya que no se reparan ni se pintan. «¿Para qué vas a hacer algo? Te van a pagar lo mismo», comenta otro vecino.
El desarrollo urbanístico del antiguo cuartel de Almansa dio alas al proyecto hace un par de años, pero la crisis del ladrillo ha desbaratado todos los planes. Gran parte de los fondos para pagar las indemnizaciones iban a salir de la venta de parcelas por parte del Ayuntamiento, pero nada se sabe desde la firma del acuerdo con el Ministerio de Defensa en abril de 2009.
Además de esa manzana de casas, la ejecución del vial hace necesario el derribo de un inmueble en la calle Perales y la remodelación de la subida desde el paseo Quintanilla. En esa zona ya se ha liberado otro solar, que se ha convertido en un aparcamiento improvisado y una zona donde se acumulan escombros, y una antigua chatarrería, que cerró hace años. En su día, el Ayuntamiento aceptó contemplar cada caso particular con una «visión social» para que ningún vecino se quedara en la calle.
El Espolón es uno de los puntos de distribución del tráfico más importantes de León.