Vía libre a la plataforma de la Alta Velocidad
Francisco Álvarez y Fernando Fernández, en las pruebas de carga.
La prueba de carga de la última estructura de uno de los subtramos del tramo de la futura Línea de Alta Velocidad (LAV), Valladolid-Palencia-León, concretamente en la pérgola de la A-231, con lo que se da por terminado esta parte de casi once kilómetros, que se suma a los más de cinco kilómetros ya concluidos del tramo Onzonilla-León. El siguiente paso será «si todo funciona correctamente», comenzar a acometer los «remates» de la superestructura que permita la instalación de la vía, actuaciones que podrían estar terminadas «en verano», según su responsable .
Así lo confirmó el director de la LAV Valladolid-Palencia-León, Fernando Fernández Briera, que acudió ayer a la prueba de carga realizada de la pérgola de la A-231, que se llevó a cabo para comprobar el estado de la infraestructura, algo que se realizó con un total de 21 camiones de 38 toneladas de peso cada uno.
En total, la carga total asciende a 800 toneladas repartidas en los seis puntos principales de la pérgola.
Una vez superada la prueba de carga, el tramo se encuentra «en condiciones de montar la vía» en la construcción de la fase que se denomina superestructura, que supone la segunda fase del proyecto, una fase que Fernández Briera estimó que estará finalizada en verano. Esta superestructura de la LAV Valladolid-León se dividirá en tres subtramos que son Valladolid-Palencia, Palencia-Villada y Villada-León.
El tablero en el que ayer se realizó la prueba de carga se ha diseñado mediante una sección aligerada formada por una losa de hormigón ejecutada en el lugar. Ese tablero cuenta con tres líneas de apoyo formadas por pilas de sección circular colocadas en los laterales de la autovía. En la parte de los estribos, la losa apoya sobre tres muros de hormigón que conforman una superficie triangular.
El cruce de la plataforma ferroviaria con la autovía A-231 se produce bajo un esviaje de aproximadamente 160 metros, lo que ha obligado a disponer de una estructura de tipo pérgola de 152,6 metros repartidos en cuatro vanos, para salvar los 35 metros de la autovía entre León y Burgos.