«En León se pierden cosas por no escuchar a la gente»

«¿Me quedo en casa agotando los seis meses de paro o me pongo las pilas?». Daniel Martín «tenía claro que no iba a quedarme parado» y se puso a buscar espacio en el centro histórico de León, con la la idea de abrir una tienda de fotografía «diferente». Ya llevaba tiempo experimentando con fotos en tres dimensiones. En el 2006 se estrenó con una visita virtual a las exposiciones del Musac. El paro resultó ser el «empujón» para materializar el proyecto por su cuenta.

La oportunidad de un local asequible en la calle Cervantes, de cobrar íntegramente la prestación por desempleo y acceder a ayudas del Ecyl y de la Agencia de Desarrollo animaron su iniciativa. El respaldo económico familiar le evitó tener que endeudarse con bancos. «Es una inversión pequeña, pero todos los meses tienes que pagar los gastos de alquiler cotización de autónomos; hay unos gastos fijos que afrontar y las subvenciones ni cubren todo, ni te llegan en el acto. Cuando lleguen, le devolveré el dinero a mis padres», explica.

Abrió en diciembre con la vista puesta en el Purple Weekend, pero el mal estado de la calle, totalmente levantada por las obras, dio al traste con su estreno. Tampoco las navidades fueron muy fructíferas. Levantaron la otra mitad de la calle. El lado positivo de establecerse en el casco antiguo, comenta, es que hay una bonificación para las licencias de aquellos negocios que no sean bares.

Echar a andar una empresa, por pequeña que sea, no es cosa de dos días. Él se ha armado de paciencia en busca de escucha para su proyecto y de imaginación para ofrecer una faceta de la fotografía inexistente en León, lo que los técnicos llaman pomposamente «yacimiento de empleo».

Su tienda está basada casi al cien por cien en producciones o servicios propios: desde el diseño y montaje de visitas virtuales a establecimientos hoteleros, bares, instituciones, museos, etc. para incorporar a las páginas web hasta las fotografías panorámicas y esféricas de paisajes, principalmente leoneses, cuyo potencial para el turismo quiere hacer ver a quienes tienen la responsabilidad de promocionar y dar a conocer la provincia. Por ahora, ha comprobado que «es difícil que te escuchen y esta actitud hace que se pierdan muchas cosas que podrían interesar a León», apunta. «Sólo necesito 15 minutos para demostrar que tengo un producto de calidad», resalta.

Además del revelado digital, ha colgado en su escaparate una oferta de cursos básicos que puede impartir en la pequeña tienda para un máximo de cinco personas por turno. «Se admiten sugerencias. Para cualquier consulta, entra y pregunta», dice el cartel en una abierta invitación a «enseñar todo lo que sé».

También está disponible para reportajes particulares. El único producto que no es suyo son las cámaras y las películas Polaroid, que han tenido «muy buena acogida». «Es la única tienda en León y hay muy pocas en España y resulta que ahora han vuelto a ponerse de moda», explica Martín. El caso de esta empresa holandesa, que ahora se llama Impossible Proyect, también es un ejemplo de ave fénix: «Los trabajadores compraron la empresa y han renovado sus productos», que se venden también en Nueva York, Austria y otros países.

Daniel Martín es una de las 2.764 personas que en León se han acogido al pago único de la prestación por desempleo entre los años 2007 y 2010, con el objetivo de poner en marcha iniciativas de autoempleo. Las ayudas que concede la Agencia de Desarrollo y el Ecyl comprometen a esta nueva generación de emprendedores a mantener al menos tres años la actividad; de lo contrario, «hay que devolver el dinero».

Dar el salto del mundo del trabajo asalariado al de los autonómos «da un poco de miedo», admite, pero «ni hay otra alternativa ni tampoco van las cosas muy bien para las personas con trabajos cada vez precarios. En ésto lo pones todo tú: el riesgo, el empeño y la ilusión», agrega.

Está satisfecho del asesoramiento recibido en las instituciones, tanto en el Ecyl como en la Agencia de Desarrollo. «La verdad es que si no das los pasos correctamente te puedes cerrar las puertas a alguna subvención», apunta. Tiene pendiente realizar una consulta en el Ildefe, la agencia de desarrollo local de León para asesorarse de otros detalles. Esta institución concede ayudas de 1.500 euros a las que «seguramente ya no podré acceder por estar ya en activo», admite.

Daniel Martín ya ha hecho las visitas virtuales para establecimientos vecinos, como el Camarote Madrid, El Escribano y la Librería Maisa y ahora ultima del hotel Bodega Regia. Tiene especial interés en hacer trabajos para los grandes monumentos de la ciudad y también lo plantea como una opción novedosa para la promoción en Internet de los numerosos museos existentes en la provincia.

Es espectacular la visión de las pinturas románicas del Panteón de los Reyes en tres dimensiones, así como los carnavales de Llamas de la Ribera y Velilla de la Reina, sus últimos trabajos. También ha dejado inmortalizado el el traslado del Nazareno a la catedral en el 400 aniversario de la cofradía de Dulce Nombre de Jesús Nazareno, en febrero.

Toro Images es la marca de un proyecto con el que pretende darse a conocer incluso fuera de España. «La imagen del toro es muy conocida y se identifica con España», explica Daniel Martín. Cuando coloca la gran pantalla del Macintosh en el escaparate se forman corrillos de gente embelesada mirando las imágenes en movimiento y, en algún caso, tratando de reconocer a algún amigo, pariente o a sí mismo.