Las Hijas de la Caridad dejan la gestión de la residencia Virgen del Camino

El 30 de abril Sor María saldrá de la residencia de ancianos Virgen del Camino de León y concluirán cien años de gestión de las Hermanas de la Caridad. La falta de vocaciones obliga a las religiosas a reducir servicios en la provincia para centrar sus esfuerzos en sacar adelante los trabajos propios de la congregación. La residencia, propiedad del Ayuntamiento, seguirá su asistencia a los 84 ancianos ingresados, pero será un concurso público el que decida la nueva dirección del centro, según confirmó la concejala de Mayores, Cataliña Díez. La obra de las Hijas de la Caridad comenzó cuando la residencia era asilo de mendicidad, que los herederos de Pablo Flórez donaron al Ayuntamiento en 1915 con la petición expresa de que se respetara su destino y a las hermanas que se encontraban ejerciendo esa labor. «Pero ya no somos suficientes», se lamenta Sor María, «las vocaciones religiosas han decaído y tenemos que ocuparnos de las labores propias de nuestra congregación. Necesitamos nuestros propios refuerzos». Con Sor María, que se ocupa de la dirección del centro desde 1995, se irán cuatro hermanas, ya jubiladas, que diariamente, de forma voluntaria, prestan sus servicios a los ancianos que viven en la residencia. El destino de Sor María aún está por decidir, pero no descarta que la requieran para trabajar en la residencia que las Hijas de la Caridad tienen en Villaobispo, el mismo lugar al que irán las cuatro hermanas jubiladas.

La concejala no adscrita Ana Guada anunció ayer que ha presentado una moción al pleno del Ayuntamiento de León para la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad a la congregación de las Hijas de La Caridad.