El fiscal pide 26 años y 11 meses para uno de los presuntos autores del asesinato en Las Ventas de Albares
Los hechos tuvieron lugar cuando dos varones reclamaron la presencia de un taxi en Ponferrada, con el fin de apoderarse de la recaudación del conductor
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de León juzgará este lunes a P.R.A., como uno de los presuntos autores del asesinato de J.M.A.M., el taxista que fue asesinado en Las Ventas de Albares (León) en la madrugada del 20 de agosto de 2008, después de realizar un servicio desde Ponferrada. Por los delitos cometidos, a los acusados, uno de los cuales falleció en prisión durante la tramitación de la causa, se les piden 26 años y 11 meses de prisión.
Según las calificaciones previas, P.R.A., acompañado por F.D.G., requirieron en la estación de autobuses de Ponferrada los servicios de un taxi para que les trasladara a Las Ventas de Alvares. Siguiendo las indicaciones de sus clientes, el taxista se dirigió a una zona apartada de la localidad, en un paraje que se encontraba «despoblado, solitario, apartado absolutamente de la circulación y escasamente iluminado» con el fin de apoderarse del dinero de la recaudación.
En el lugar, los detenidos ordenaron al taxista que detuviera la marcha, y antes de que el vehículo estuviera totalmente parado, F.D.G. sacó una pistola semiautomática y, de forma súbita y sin previa advertencia al conductor, sin que éste tuviera la más mínima oportunidad de defenderse, realizó «consciente y voluntariamente» un disparo a escasos centímetros de la cabeza de la víctima, para causarle la muerte.
En el momento del disparo, el vehículo colisionó contra un árbol, provocando desperfectos, y el imputado, junto con el otro acusado, intentó arrancar el vehículo, algo que no consiguieron como consecuencia de los daños por la colisión. El 29 de agosto de 2008 fueron detenidos los dos acusados en Cistierna (León), después de que unos agentes de la Guardia Civil advirtieran de la presencia de dos hombres que mostraron una actitud sospechosa de nerviosismo. Al acercarse a ellos para identificarlos, los agentes comprobaron que ambos tenían un amplio historial delictivo.
En el momento en el que los agentes intentaron reconocer los enseres que portaban y se acercaron para cachearles, F.D.G. sacó una pistola y apuntó a la cabeza de los agentes, aunque éstos consiguieron reducir y detener a los sospechosos.
La Fiscalía entiende que estos hechos son constitutivos de un delito de asesinato, un delito de roto con violencia con uso de armas, un delito de tenencia ilícita de armas y un delito de hurto de uso de vehículo a motor en grado de tentativa. Además, se tiene en cuenta la circunstancia agravante de aprovechamiento de las circunstancias de lugar y tiempo.
Por el delito de asesinato se reclaman 20 años de prisión, cinco años por el delito de robo con violencia y un año y 11 meses de prisión por el delito de tenencia ilícita de armas. En el caso del delito de hurto se pide una pena de cinco meses de multa con una cuota diaria de seis euros, fijándose para caso de impago un día de privación de libertad por cada dos cuotas de multa no satisfechas. El procesado también indemnizará a los padres del fallecido en la cantidad de 150.000 euros por la muerte de su hijo y en la cantidad de 450 euros por los desperfectos ocasionados en el vehículo.