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La tuberculosis se estabiliza en León, pero sube entre los inmigrantes
El Hospital de León mantiene e stabilizado en los últimos tres años en la treintena las personas diagnósticadas de tuberculosis anuales , aunque los especialistas detectan un cambio en el perfil del enfermo. Las estadísticas autonómicas reflejan que el 20% de las personas afectadas son inmigrantes -”frente al 30% nacional-”. Jóvenes con un empleo precario «el hacinamiento favorece la propagación y el incumplimiento de las pautas. El alcoholismo y la drogadicción favorecen el desarrollo de la enfermedad», explica la neumóloga Silvia Fernández. Como consecuencia de un diagnóstico tardío y tratamientos inadecuados, el equipo del Hospital de León se enfrenta este año a la curación de un paciente con resistencia extrema, «que ha sufrido retratamientos, abandonos de tratamiento y una mala administración de la medicación, lo que provoca a los profesionales y al enfermo verdaderos problemas».
«No han aumentado los casos, pero sí han cambiado las características, ahora se da más en inmigrantes y siguen apareciendo retrasos en el diagnóstico», apunta el jefe de Neumología del Hospital de León, Florentino Díez. El laboratorio del centro hospitalario leonés confirmó el año pasado 26 casos, dos menos que en el 2009. Dieciséis pacientes fueron hospitalizados durante el 2010. «La tuberculosis es una gran simuladora», explica la neumóloga Fernández, que insiste en que la conmemoración hoy del Día Mundial de la Tuberculosis debe incidir en la eliminación de un prejuicio.
Para prevenir la enfermedad hay que eliminar la etiqueta social que lleva asociada. Florentino Díez defiende la planificación de controles rutinarios a los inmigrantes. «hay que eliminar el estigma, quitarle la etiqueta. Es una enfermedad que está producida por una bacteria y con un adecuado tratamiento se cura». Ocultar la enfermedad significa su propagación.
1397124194 Pruebas de contacto . Durante el año pasado se realizaron en el Monte San Isidro 400 pruebas de contacto en la búsqueda activa de más enfermos para prevenir y controlar el avance de la enfermedad. Una de cada tres pruebas de contacto resulta positiva, «eso significa que se ha estado en contacto con la enfermedad, pero no que la hayan desarrollado», aclara Díez. Ante un positivo, el especialista puede ofrecer un tratamiento preventivo o bien vigilar al paciente, según sus características. «Un tercio de la población está infectada», asegura Fernández, «pero eso no quiere decir que vaya a desarrollar la tuberculosis. Una persona enferma puede infectar a otras diez»,
«Puede manifestarse con tos, fiebre, como un proceso gripal y pérdida de peso», de ahí el retraso en el diagnóstico porque no sólo afecta a los pulmones, huesos y ganglios también sufren las consecuencias de la bacteria que provocó que en Castilla y León se notificasen en el 2009 376 casos, lo que supone una tasa anual de 14,67 por 100.000 habitantes. En León la tasa se eleva hasta los 19 casos por 100.000 habitantes. El diagnóstico rápido y el tratamiento adecuado con la combinación de tres drogas eliminan la efermedad en seis meses.