Indra instala en la Universidad sistemas de inhibición de móviles
Las pruebas se realizan en la Escuela de Industriales, dónde ya se han instalado en varias aulas
El rector de la Universidad de León (ULE), José Ángel Hermida y los directores de Innovación de Indra y del Centro de Excelencia en Sistemas de Seguridad (CES) de la compañía de TI, José Luis Angoso, y Antonio González Gorostiza, respectivamente, firmaron ayer un acuerdo para la puesta en marcha de un laboratorio de I+D especializado en el desarrollo de sistemas de inhibición de frecuencias de telefonía móvil. A través de este acuerdo, Indra prestará a la ULE sus equipos para la realización conjunta de estudios y proyectos que faciliten la evolución tecnológica de los sistemas. Las pruebas se realizarán en el ámbito de la docencia y a través de la Escuela de Ingenierías Industrial e Informática. Como primera acción, se contempla el desarrollo de un prototipo de inhibición de las comunicaciones móviles adaptado al entorno universitario utilizando la última versión de los equipos de la multinacional de TI. Los técnicos de Indra, en colaboración con expertos y alumnos de la Escuela de Ingenierías, ya han instalado los sistemas en varias aulas de formación y salas de conferencias con el fin de poder realizar en los próximos meses un seguimiento del uso de los inhibidores así como de su grado de aceptación. Los sistemas de inhibición desarrollados por Indra en su Centro de Excelencia en Sistemas de Seguridad (CES) de León constan de un conjunto de transmisores radio estratégicamente distribuidos para cancelar las comunicaciones personales e impedir cualquier conexión con el exterior. La solución de la compañía de TI ya ha sido instalada con resultados muy satisfactorios en 22 centros penitenciarios dependientes del Ministerio de Interior del Gobierno de España y en varios penales de Latinoamérica con el fin de eliminar las actividades delictivas que se puedan realizar a través del móvil. También ha sido utilizada para bloquear las comunicaciones en centros de procesos de datos, salas de juntas y reuniones o durante operaciones especiales. Estos equipos están controlados de forma remota desde un centro de vigilancia donde el operador puede encender los dispositivos, comprobar su estado de funcionamiento o detectar cualquier manipulación por parte de personas no autorizadas. Además, esta tecnología permite delimitar el rango de acción del sistema, evitando, por ejemplo, que la población que reside cerca de los centros penales vea afectadas sus posibilidades de comunicación móvil.