Sólo uno de cada tres accidentes laborales registrados en León requiere baja del trabajador
Sólo uno de cada tres accidentes laborales que sufrieron los trabajadores leoneses durante el primer trimestre de este año requirieron baja laboral, en opinión de los médicos y las mutuas, según refleja la estadística oficial. Entre enero y marzo se registraron en la provincia 3.676 accidentes laborales, de los que 2.354 no necesitaron que el trabajador dejase de acudir a su puesto. En el resto de los casos, 1.322, casi el 99%, 1.307 accidentes, fueron calificados de leves, otros 14 de graves y dos fueron mortales. UGT y CC.OO. presentaron ayer los datos de siniestralidad laboral para anunciar el encuentro regional de delegados de prevención, que tendrá lugar hoy en Valladolid, con motivo del día internacional de la seguridad y la salud en el trabajo.
«La necesidad de crear empleo en la provincia ha llevado a las administraciones y la Inspección de Trabajo a relajar las exigencias de la Ley de Seguridad y Salud Laboral, y también a relajar el pago de las sanciones por infracciones» denunció ayer Miguel Herrero, secretario de Acción Sindical y Salud Laboral de CC.OO., quien junto a Manuel García, secretario de Salud Laboral de UGT, exigió que una situación económica complicada no sirva a empresas y organismos públicos para «hacer la vista gorda» en lo que a seguridad laboral se refiere. Los sindicalistas también hicieron un llamamiento a los trabajadores para que exijan sus derechos, aunque aceptaron que la dificultad para mantener un empleo hace que en muchos colectivos el silencio frente a la relajación de las normas de salud y seguridad laboral sea un hecho.
Herrero inisistió en que los accidentes laborales «son evitables», y recordó que son las empresas y las administraciones las responsables de garantizar que los trabajadores ejerzan sus funciones con plenas garantías de seguridad. También denunció que «miles de enfermedades laborales pasan desapercibidas a las estadísticas, porque este es un campo que aún está por registrar»; mientras lamentó que a la hora de recortar gastos frente a la crisis las empresas «opten en primer lugar por recortar en los planes de seguridad».
Más leves, menos graves. Por su parte Manuel García lamentó que el año pasado se incrementase un 30% el número de víctimas mortales de la siniestralidad laboral en la provincia, con 13 fallecidos, y aunque el número de siniestros graves se redujo un 12% (hasta los 71 casos), denunció que en los últimos años los informes médicos están catalogando como leves accidentes que son graves, en un intento de reducir la incidencia de los accidentes en el trabajo. El año pasado hubo registrados 5.988 accidentes laborales en la provincia, y sólo 131 enfermedades profesionales, porque «la inmensa mayoría no se reflejan en la estadística, o aparecen después de la jubilación».