Un cubo de acero y sostenible
Más allá de su función ferroviaria, el centro de gestión de las vías del AVE destaca también porque será construido con criterios sostenibles, tanto en la accesibilidad de personas discapacitadas, ambientales y económicas. Arquitectónicamente, es un cubo de 26 metros de altura y con una superficie construida de 5.756 metros cuadrados. Su imagen exterior tendrá un zócalo de piedra de Boñar y una estructura envolvente realizada en acero, que permitirá la entrada de luz y facilitará las vistas desde el interior del edificio, según explican fuentes de Adif. «El diseño de las fachadas permite la iluminación de todas las estancias y produce el efecto visual de un cubo horadado por unas líneas que recuerdan los cruces de vías en las estaciones ferroviarias», señala el órgano gestor ferroviario.
Para la adecuada gestión del tráfico ferroviario y los sistemas de seguridad y protección civil, el CRC dispondrá de una instalación eléctrica dotada de la última tecnología para el normal servicio y también para situaciones de emergencia.
Otra característica será la colocación de paneles solares fotovoltaicos, con el objetivo de obtener energía eléctrica aprovechando la radiación solar.
El edificio contará, además, con un sistema de refrigeración de última generación y un sistema de extinción automática de incendios en todas las dependencias.