El Ecyl subvenciona con 652.000 euros contratos en prácticas de 148 graduados
El gerente del Ecyl en León, Francisco Javier Otazu, reconoció el déficit industrial que existe en la provincia, algo que repercute directamente a la hora de buscar un puesto de trabajo y más aún de cualificación superior. Recalcó que esa dificultad es mayor si cabe hoy en día, con una tasa de paro elevada, y que además no sólo afecta a los titulados sino también a aquellos colectivos más desfavorecidos como mujeres e inmigrantes. Por eso, hizo hincapié en las diferentes políticas activas de empleo que tiene en marcha el Servicio Público de Empleo. Entre ellas destacó las ayudas a la Fundación General de la Universidad de León que hace posible la contratación en prácticas de titulados universitarios logrando abrir la puerta al mercado laboral. Así, anunció que hace unos días se aprobó una subvención de 652.000 euros que permitirá sufragar los contratos en prácticas de 148 titulados leoneses que estén en situación de desempleo. Recordó, además, que el año pasado el Ecyl invirtió más de un millón de euros en este tipo de acciones de fomento del empleo y de formación.
«Está claro -”afirmó-” que los jóvenes buscan contratos indefinidos que son difíciles de conseguir, en parte debido al sistema productivo que tiene León». Por eso, reiteró que el Ecyl pone a disposición de la sociedad «las herramientas necesarias que permitan la creación de empleo».
Respecto al pérdida de talento, Otazu reconoció que la estructura económica de León, con una tradición minera y agrícola, hace más difícil aún la conversión hacia una economía que demanda profesionales cualificados. «Poco a poco las empresas lo están intentando pero absorber la mano de obra tan cualificada que sale de nuestra universidad no es fácil», matizó.
El gerente del Ecyl animó, a pesar de ello, a formarse a los jóvenes porque «cuanto más joven y menos cualificados estén menos posibilidades tienen de encontrar un empleo que no sea precario».
Respecto a que los titulados amplíen sus estudios después de terminar la carrera, Otazu señaló que optan por mejorar sus conocimientos con la esperanza de que esto les abra las puertas.
Otazu apostó también por el autoempleo, algo por lo que los jóvenes no se decantan aún. «Nosotros estamos aportando nuestra granito de arena», concluyó.
Formación complementaria. Sobre la importancia de la formación complementaria, el informe de inserción laboral destaca que una parte importante de los que terminaron la carrera hace cinco años continuaron con su formación realizando estudios de máster, posgrado o estancias en el extranjero utilizando esta vía para reorientar su carrera, en el caso de no tener muchas posibilidades laborales, o como complemento para su especialización. En cuanto a los idiomas, el inglés es el más conocido, con un nivel medio, seguido por el francés, el italiano, el alemán y el portugués. Los que menos idiomas saben son los graduados en Ciencias Experimentales y de la Salud y los de Ciencias Sociales y Jurídicas. En cuanto a las estancias en el extranjero, los países donde más frecuentemente se realizan estas estancias son Italia, Reino Unido, Francia, Irlanda, Portugal y Alemania. Estos seis países europeos abarcan más del 75% del total de estancias durante los estudios iniciales de los titulados en 2005. Los hombres van más a menudo a Italia, y las mujeres al Reino Unido y a Francia. Por titulaciones, los que más optan por Italia son los licenciados en Ciencias Sociales y Jurídicas, mientras que los licenciados en Humanidades optan más por países de habla inglesa como el Reino Unido e Irlanda.
Otro dato interesante es el del desempleo. A lo largo de estos cinco años (2005-2010), cuatro de cada diez titulados han estado en paro durante algún periodo de tiempo, en la mayoría de los casos inferior a un año. Los jóvenes que han estudiado carreras de Humanidades y Ciencias Sociales son los que más han sufrido esta situación, entre cuatro y seis meses y las causas son la ausencia de ofertas adecuadas a sus estudios y la falta de experiencia.