Fallece de un paro cardiaco un joven de 21 años en un partidillo de fútbol sala
La víctima era el entrenador del equipo benjamín C del Centro Don Bosco y participaba en Es.pabila
Rubén Mendoza Prieto, un joven de 21 años que participaba en las actividades deportivas nocturnas del programa municipal Es.pabila, falleció en la noche del viernes como consecuencia de una súbita parada cardiorrespiratoria que le sobrevino al término de un mini partidillo de fútbol sala que se disputaba en el pabellón de San Esteban.
Los hechos ocurrieron de forma repentina, según testigos presenciales. El joven, tal como confirmaron fuentes consultadas por este periódico, había sido víctima de dolencias coronarias de cierta importancia recientemente y era el entrenador del equipo benjamín C de fútbol del Centro Don Bosco. Había superado sin problemas los controles médicos realizados para la obtención de los permisos de participación en las actividades, aunque se le recomendó que no efectuara ejercicios especialmente intensos, pese a lo cual se estimó que no había ningún problema para que participara en las actividades.
Según testigos presenciales, minutos antes de la medianoche el muchacho se sentó en el banquillo tras acabar uno de los partidillos de fútbol sala que se estaban jugando en el marco de Es.pabila. Se había decidido jugar por el sistema de dos goles, por el que cuando un equipo encaja dos tantos deja paso al siguiente y se favorecen las rotaciones para que jugaran todos los muchachos. Con ello se evitaba también que los esfuerzos tuvieran que ser mayores y Rubén podía preservar mejor su físico.
Pocos segundos después de sentarse tras acabar uno de sus turnos, la víctima se desplomó. Inmediatamente se iniciaron las maniobras de reanimación cardíaca, que se prolongaron por espacio de 15 minutos aunque resultaron infructuosas. Minutos después aparecieron las asistencias sanitarias, que también se emplearon a fondo en intentar recuperar al joven, pero después de 40 minutos de esfuerzos, decidieron abandonar la labor ante la evidencia de que no había posibilidades de reanimación.
Levantamiento del cadáver. Alrededor de las dos de la madrugada, se decretó el levantamiento del cadáver y se trasladó el cuerpo al tanatorio, a la espera de que hoy tenga lugar el funeral en el Centro Don Bosco de Armunia, al que estaba vinculado de una forma especial y muy emotiva.
El monitor que se ocupaba del grupo en el que jugaba el joven infortunado declinó la posibilidad de realizar manifestaciones respecto a lo ocurrido y expresó su profundo pesar por lo ocurrido, después de haber pasado horas realmente amargas en la noche del viernes.
La Corporación Municipal emitió un comunicado a media mañana de ayer en el que ofrece sus condolencias y su apoyo a la familia del joven y destaca que los monitores y las monitoras actuaron de inmediato de acuerdo al protocolo establecido para estos casos. Los intentos por reanimarle por parte del personal de la Unidad Medicalizada del 112 fueron infructuosos y finalmente el juez dio la orden de levantamiento del cadáver.
El suceso provocó una tremenda consternación en los ámbitos deportivos de la ciudad, donde el fallecido era especialmente conocido. Las visitas al tanatorio fueron numerosas.