Aparcamientos inclinados, caóticos y sin señalización

El desorden a la hora de aparcar los miles de vehículos que acuden al Campus cada día es otra de las luchas de la Universidad de León que ha instado en varias ocasiones a los responsables municipales a la instalación de la señalización pertinente en aquellas zonas de carga o descarga, dónde no se puede aparcar porque se invade el espacio de los peatones así como la delimitación de las plazas de aparcamiento porque al no contar con señalización horizontal es un verdadero caos, tal y como ocurre en la Escuela de Industriales, en el Crai-Tic o en la nueva Facultad de Educación, dónde no existen plazas reservadas para personas con discapacidad.

Además, en la mayoría de los aparcamientos de los centros la señalización pintada hace años se ha ido borrando y prácticamente es inexistente. En este caso, la ULE propone que el Ayuntamiento facilite la pintura y personal de la institución se encargará de pintar la señalización en cada parking.

A este respecto, otra de las demandas se refiere a la adecuación del pavimento de los aparcamientos ya que en muchas zonas el coche queda aparcado con un ángulo de inclinación considerable debido a la acción de las raíces de los árboles plantados hace años en las aceras.

Plazas. En el Campus, por donde circulan cada día 12.000 vehículos, hay 2.043 plazas de aparcamiento, distribuidas en varios espacios, cuyos porcentajes de ocupación en hora punta rondan entre el 80% y el 100%. Los aparcamientos de Biología y Veterinaria, Derecho, Filosofía, Ciencias de la Salud y Ciencias del Trabajo, con 404 plazas en cada uno, son la mayor bolsa de aparcamiento del campus.

El gran número de vehículos que soporta cada día esta zona se debe a que el 53% de la comunidad universitaria va en coche, el 26% caminando, en autobús urbano el 14% y el 5% accede en bicicleta (el porcentaje de uso de la bicicleta en el Campus quintuplica al de la ciudad en conjunto).

Escaleras sin barandillas ni medidas de accesibilidad, setos que dificultan la visibilidad en la entrada al Campus por la Serna, mayor presencia policial dado el aumento de los robos, especialmente en zonas alejadas como el Hospital Clínico Veterinario o el pabellón de deportes y la suciedad acumulada en los solares vacíos del Campus son otras de las peticiones a la que el Ayuntamiento no ha respondido.

Alumbrado. Otra de las carencias de la zona universitaria es la iluminación pese a la importante inversión realizada por el consistorio en los últimos cuatro años.

Sin embargo todavía existe deficiente iluminación en algunas aceras, bien porque las que existen no funcionan o porque árboles de gran porte impiden la difusión de la luz.

Es el caso de la Biblioteca San Isidoro hasta la residencia Emilio Hurtado, la parte trasera de Industriales o la entrada al Campus por la Serna hasta Biológicas.

Un simple vistazo basta para comprobar el estado de las zonas verdes porque no hay un sistema de riego adecuado y su conservación tampoco es la adecuada, tal y como denuncia la ULE. Lo mismo sucede con las zonas ajardinadas de El Albéitar. Un lugar visitado diariamente por la comunidad universitaria y los domingos por los leoneses que participan en las actividades del Jardín de las Artes que desarrollan conjuntamente Ayuntamiento y la Universidad leonesa. Mal estado de contenedores, farolas y papeleras completan el elenco de deficiencias de Vegazana.

Por sus cifras, la Universidad es la mayor empresa de León. Por el Campus pasan, cada día, 15.000 personas, y su presupuesto ronda los 100 millones de euros con una plantilla de más de 1.500 personas. Además, diariamente es el escenario de cursos, congresos o tribunales en los que participan personas procedentes de fuera de León que, en ocasiones, no se llevan la imagen más positiva de un campus que aspira a convertirse en referente en excelencia internacional.