Los carteros se pagan la gasolina

CCOO exigió ayer al Gobierno que asuma el coste del combustible del servicio postal público en el ámbito rural. En Castilla y León, más de un millar de carteros hacen posible que el servicio llegue a los ciudadanos gracias, según el sindicato, a que abonan el 10 por ciento de su nómina, unos 130 euros mensuales, para financiar este servicio público del que el Gobierno solo asume un 20 por ciento de su coste real (44 de los 250 millones del gasto estimado).

En España, son cerca de 8.000 los carteros rurales, de los que nueve de cada diez ha respaldado con sus firmas las demandas que CCOO ha llevado al Parlamento. Este servicio que Correos presta a los ciudadanos en el ámbito rural pone de manifiesto las «dificultades» del operador público para afrontar un servicio «claramente deficitario, sin financiación por parte del Gobierno y al que no llegan los competidores privados por su falta de rentabilidad económica».

Pese a este problema, los carteros rurales pertenecientes a la plantilla de Correos recorren más de 59.400 en toda Castilla y León, con la particularidad de que son los propios trabajadores quienes tienen que aportar vehículo y combustible, según el sindicato.