Urbaser pujará con mejoras ecológicas para lograr de nuevo la limpieza
Presentará una oferta en León con combustibles y vehículos alternativos
El concurso de adjudicación del contrato de recogida de residuos y limpieza viaria no se llevará adelante hasta el próximo mandato, según anunció el concejal del área, Javier Chamorro. Pero en espera de que las urnas determinen el nuevo equipo de gobierno, la empresa concesionaria, que presta el servicio de forma prorrogada desde hace más de dos años, ya ha avanzado su intención de concurrir.
Urbaser, que desde el año 1992 mantiene la concesión -”aunque en una primera etapa con el nombre de Tecmed-” trabaja en la definición de una oferta que estará sujeta a lo que establezcan los pliegos, pero en la que incluirá «mejoras medioambientales», basadas sobre todo en «combustibles alternativos, como los vehículos alternativos, que presenta notables mejoras tanto en ruido como en contaminación; el uso del autogás, ya sea GNP ó GLP; y algún tipo de biocombustibles», según avanza el nuevo director de zona de la compañía, Diego González.
Uno de los dos responsables, junto a Florencio Cabezón, quien gestiona el negocio a nivel provincial, de la reformada estructura con la que la firma pretende adecuarse a las nuevas exigencias descritas por el mercado y la situación de crisis, que han llevado a dividir en dos áreas el trabajo que antes realizaba Rubén Torrado, quien ha sido trasladado a la central de Madrid.
Urbaser acumula en nómina en toda la provincia a «más de 550 trabajadores», repartidos en «18 contratos en total», indica Cabezón. Compromisos de prestación de servicios que centran su protagonismo en zonas como «San Andrés, Astorga, La Bañeza, Sahagún o la Mancomunidad de Santa María del Páramo», pero que no pierden como plaza principal a León.
También interiores. Un municipio en el que, de los «más de 31 millones de euros totales de cifra de negocio provincial», se asientan «cerca de 22,8 millones de euros, sumada Emilsa», que es la empresa mixta suscrita con el Ayuntamiento para la limpieza de interiores.
La cifra avala el empeño que Urbaser ha puesto en el mantenimiento de un contrato que ha llegado a sumar casi 70 millones de euros de deuda. Una rémora que ha encontrado planificación de pago con el reciente convenio por el que el Ayuntamiento se compromete a pagar esta cantidad en un periodo de 10 años. Compromiso que «va a mejorar mucho la situación general», como reseña González, quien expone que «ambas partes pierden dinero, pero también ganan liquidez».
La empresa consigue cobrar, mientras que el consistorio, que al final habrá abonado cerca de 90 millones de euros al añadir los intereses, «obtiene un tipo de interés muy por debajo del mercado y significativamente inferior al que tendría si lo financiara con un banco», defiende el director de zona de la compañía.
Concursos en más núcleos . González recalca que «lo que había en León ahora es la tónica general». La capital, que siempre se ha mantenido como «un contrato estratégico», ha dejado de «ser una anécdota», más si cabe cuando se han empezado a normalizar los pagos mensuales, para engrosar un panorama general en el que los ayuntamientos buscan reducir costes ante la imposibilidad de mantener el nivel de épocas anteriores.
En este escenario, Urbaser apuesta por «concursar en aquellos municipios en los que se cree que se va a poder cobrar», en contra de otras plazas en las que se ha optado por «la rescisión del compromiso, como en Valverde de la Virgen».
Salvo éste enclave «en el resto de contratos medios de la provincia sí que se han tomado medidas de amortización, como amortizar plazas de empleo una vez que se prejubilan o jubilan sus ocupantes o reducir algunos servicios», explica el director de la delegación provincial de la empresa, quien abunda en que esta política de actuación implica que «se analicen los costes al milímetro», aunque sin perder objetivos básicos como «la recogida selectiva».
«Quien ha hecho los deberes, funciona, como la mancomunidad de Santa María del Páramo, donde los pluses de Ecoembes por buenas prácticas son notables, mientras que aquellos que no lo han hecho, tratan de retrasarlo», señala.
Más rebusque en contenedores . Dentro de un contrato de prestación de servicios que vincula a un municipio con más de 134.000 personas, González admite que «ha habido un aumento de las quejas » y tranquiliza a los ciudadanos sobre la atención a sus solicitudes. «Nos llegan todas y se les dan curso de manera inminente. Si es nuestro ámbito, se soluciona, pero sino deben ser otros». Recalca la implicación de la empresa con la ciudad se nota en la asunción de responsabilidades que no son parte del contrato, como los nuevos polígonos urbanísticos. Advierte de que buena parte de estas quejas se producen por «el aumento del rebusque en los contenedores», motivado por «la crisis».