Las peticiones de mandos para semáforos desborda a la Once
En diez días, 65 ciegos solicitan el nuevo sistema para cruzar
La oficina provincial de la Once en León está desbordada por el número de peticiones de personas ciegas que han solicitado el mando especial que les posibilita accionar los 120 semáforos sonoros qua hay repartidos por el centro de León.
La delegada de la Once en León, Ascensión Fernández, aseguró ayer que en menos de diez días han recibido 65 solicitudes, quince más de las que tenían previstas. «Y eso es sólo ahora al principio, pero esperamos que sigan aumentando con el tiempo». Desde la puesta en marcha del servicio el 20 de mayo, son ya quince las personas ciegas que caminan por León con el mando, «Estamos valorando las necesidades de las personas que han solicitado el dispositivo. Tienen preferencia los ciegos totales o los que tienen una lesión visual grave».
El Ayuntamiento de León destinó 110.000 euros (subvencionado entre el Gobierno central y el local) para diseñar un sistema informático que permite a las personas ciegas accionar un dispositivo para que los semáforos emitan una señal sonora para que el ciego cruce la calle sin problemas. Con la puesta en marcha del servicio, el pasado 20 de mayo, el Ayuntamiento regaló cincuenta dispositivos a la Once para que eligiese a las personas a las que les pueda ser más útil el servicio.
La delegada de la Once en León aseguró ayer a este periódico que está elaborando un informe para pedir más aparatos a la central de la organización de ciegos, «el Ayuntamiento nos cedió 50, pero el compromiso era que si había más solicitudes y necesitábamos más los pondríamos nosotros».
El primer usuario. Bernardo Vilorio, primer usuario del mando en León, segura que este sistema facilita a las personas ciegas el tránsito por las calles, «sobre todo en el centro de León, donde hay mucho tráfico y ruido. Cuando accionamos el mando, el semáforo emite tres señales que avisan de que el sistema está accionado. Cuando el semáforo se pone verde emite unos pitidos fácilmente distinguibles. Si no se acciona el mando no suenan».
Los semáforos adaptados están repartidos por el centro de León, «sería ideal que estuviesen por toda la ciudad, pero en los barrios no hay tanto ruido con los tradicionales es suficiente».
Otro de los servicios estrella de la Once la concesión de un perro guía para ciegas. Catorce personas disponen en León de la ayuda de un perro para su autonomía personal, pero otros nueve están a la espera de que le llegue el can adecuado a sus necesidades. El libre desenvolvimiento de los discapacitados visuales, su autonomía, es un requisito indispensable para su integración social. Pero la espera ronda los cuatro años. El entrenamiento de un perro para que se convierta en los ojos de una persona es un proceso que dura aproximadamente dos años. Cuando nacen, los animales son acogidos por familias hasta que tienen un año de edad, bajo la supervisión y con las normas de educación previas de los instructores de la escuela que la Fundación Once tiene en Boadilla del Monte, Madrid.
Un berciano es el último leonés que ha recibido un perro guía tras una espera de cuatro años. El servicio de perro guía es gratuito para el ciego. La Once invierte una media de 35.000 euros en el adiestramiento de un can. A veces, el temperamento del animal no es compatible con el del dueño por lo que pese a los años de inversión en adiestramiento, el animal tiene que ser devuelto al centro de adiestramiento.