El refuerzo de 70 camiones y 150 obreros despereza la León-Valladolid
El buen tiempo reactiva los trabajos de la A-60, después del parón invernal
Máquinas trabajando en los accesos de la A-60 desde la LE-30 a la altura del Portillo.
La León-Valladolid se despereza. Después de varios meses durmiendo, casi hibernando en algunos momentos, las máquinas y los operarios han vuelto a las obras. La autovía parece estirarse ahora entre Puente Castro y Puente Villarente como si quisiera agarrar Lancia. Desde hace varios días la empresa adjudicataria ha destinado más efectivos a esta infraestructura y el martes Zapatero aseguró a Herrera, en una comida informal, que tanto la autovía como el AVE «siguen adelante».
Las condiciones climáticas de esta época del año parecen ser la razón que ha espoleado la vuelta de los camiones. Ese es el discurso del Ministerio de Fomento, que asegura que no hay nada extraordinario en el acelerón de las últimas fechas, sólo que la metereología es más favorable en junio que en febrero.
Al calor del incipiente verano han sido movilizados 150 trabajadores, 70 camiones, tres equipos de excavación y otros tres equipos de estabilización, que se reparten entre los ocho kilómetros que separan Puente Castro del río Porma. No obstante, antes del parón del verano pasado llegaron a trabajar hasta medio millar de empleados, que se fueron reduciendo progresivamente hasta quedar bajo mínimos en los meses de otoño e invierno.
Las imágenes de los camiones parados entre Arcahueja y San Felismo, a la altura de la intersección de la vía en construcción con la N-601, contrastan con el movimiento que se puede observar ahora en los futuros accesos desde la LE-30 a la altura del Portillo, donde el trajín de maquinaria pesada acelera los corrimientos de tierras.
La autovía acumula ya más de seis meses de retraso y nadie se atreve a pronosticar su finalización. Según los plazos iniciales debería estar operativa este año, pero los 27 kilómetro entre León y Santas Martas no avanzan al ritmo previsto y todavía no se ha resuelto la forma en la que se salvará el yacimiento arqueológico de Lancia. La falta de fondos impide que se avance con mayor celeridad. El desarrollo de las obras en los próximos meses será determinante para esclarecer la fecha de su finalización, pero los recortes obligados por la crisis también han minado el avance de los trabajos.