«Fernández Ladreda vuelve a ser una carretera después de ser un bulevar»
El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de León aseguró ayer que la apertura de los cuatro carriles al tráfico en Fernández Ladreda sólo servirá para que vuelvan a circular por la calle más de 50.000 vehículos al día y para generar «más ruido y más contaminación» a los vecinos de esta avenida de salida de la capital leonesa.
Fernández defendió la remodelación que ejecutó su equipo de gobierno, que tuvo un coste de 5,1 millones de euros. «Son decisiones que no sólo son para los vecinos. Con nosotros, Fernández Ladreda pasó de ser una carretera a un bulevar. Y ahora, vuelve a ser una carretera», añadió el representante del PSOE, que recordó que la asociación de vecinos de la zona estaba en contra del cambio llevado a cabo por el nuevo equipo de gobierno.
El pasado miércoles, en apenas 8 horas, una empresa contratada por el Ayuntamiento eliminó los bolardos, tapó la línea continua y retiró el semáforo en rojo de la rotonda de Puente Castro. En una segunda fase, que todavía no tiene fecha, se cambiarán también las marquesinas para coger el autobús, que ahora se encuentran en los dos carriles centrales. De momento, los coches tendrán que esperar detrás de los busis cuando éstos paren para recoger viajeros.
En todas sus comparecencias públicas, Gutiérrez ha insistido desde el primero momento que la decisión no va contra nadie, sino en favor de vecinos y comerciantes. El concejal de Tráfico, Ricardo Gavilanes, destacó ayer la normalidad con la que se ha llevado a cabo la medida. Desde el Ayuntamiento entienden que lo único que va a favorecer la retirada de la prohibición de entrar desde la rotonda de Puente Castro y la eliminación de los carriles para uso exclusivo de autobuses y urgencias es la circulación. «Sobre todo, servirá para que no se produzcan colas en horas punta, como pasaba ahora», añadió Gavilanes a este periódico.
Una patrulla de la Policía Local controló ayer el tráfico durante todo el día para indicar los cambios.