«Entre todos podemos cambiarel paisaje de una ciudad»

«Que cualquiera participe, entre todos podemos cambiar el paisaje de una ciudad», defiende Sali Rubio. Los balcones de la vivienda comunitaria en la que reside han conseguido el primer premio por su decoración relativa a los colores rurales y urbanos de León: los primeros están representados en un estandarte con capitoles, en recuerdo de los 25 años de los primeros derribos en el valle de Riaño; los segundos se proyectan en unas vidrieras que emulan los ventanales del Musac, a su vez inspirados en una vidriera de la Catedral. Sali tiene oficio en el manejo de plantas, pero cree que todo el mundo puede tener su pequeño jardín doméstico. Si lo hiciera una mayoría, el paisaje urbano cambiaría. Y no sólo en casa. «En solares abandonados se pueden poner plantas silvestres que no necesitan cuidado alguno y que transforman un espacio. Eso ni siquiera hay que pedírselo al Ayuntamiento porque se puede hacer a título ciudadano». Con esta misma filosofía ha involucrado a su comunidad de cuatro vecinos para redibujar la fachada de cara al verano, trabajo en el que también han participado las artesanas Yolanda Rubio y Rosa García, con talleres en Carrizo y Palacio de Torío, respectivamente. Sali renueva la memoria y recuerda aquel momento de Ibiza en el que un grupo organizado de ciudadanos decidió plantar girasoles por todos los rincones.