Los hijos de Funcionario, de Nobel

ENRIQUE PONCE / DAVID FANDILA EL FANDI / MIGUEL ÁNGEL PERERA / CAYETANO

Plaza: El Parque. Último festejo del abono de la feria de San Juan. Algo más de media entrada.

Ganadería: Toros de Zalduendo, fue indultado el cuarto, Nobel, de 450 kilos. Nobles y repetidores quinto y octavo, complicado el sexto, flojos segundo y tercero y el primero, un marmolillo.

Enrique Ponce: Dos pinchazos, estocada (silencio); estocada (dos orejas).

El Fandi: Pinchazo, estocada (saludos); dos pinchazos, estocada (saludos).

Miguel Ángel Perera: Estocada caída (dos orejas); estocada trasera (oreja).

Cayetano: Dos orejas y rabo simbólico al que indultó; cuatro pinchazos, aviso, otro, estocada, segundo aviso (saludos).

Nobel, nacido en junio del 2007, de 450 kilos, herrado con el número 162. Es el tercer toro indultado en la Plaza del Parque, los tres han sido de la ganadería de Zalduendo y los tres en la corrida de cuatro toreros que organiza la empresa Postigo. Ya casi otra tradición más. Esta vez fue Cayetano el que consiguió que se le perdonara la vida al de Fernando Domecq (anteriormente habían sido Fandi y Ponce), con la colaboración del ganadero, que arengó a los tendidos de sol para que reclamaran con fuerza el indulto a la presidencia (actuación, por cierto, afeada por la autoridad del callejón). El caso es que el presidente, Santiago Guisasola, accedió a la petición y Nobel volvió a los corrales para emprender camino de vuelta a la dehesa.

Exultante estaba Fernando Domecq, que explicó que Nobel es hijo de Funcionario, un toro del 2001 del que Zalduendo ha lidiado en los últimos días seis hermanos en distintas ferias con «excelentes resultados».

El caso es que al final se fueron por la puerta grande Cayetano, Ponce y Perera, y por primera vez el Fandi salió del Parque por su propio pie. Un resultado que no debe dar lugar a engaño: en lo que a ganado se refiere la feria de San Juan que ayer finalizó ha dejado mucho que desear, y entre los aficionados el descontento crece. Un motivo de reflexión para la empresa Postigo, que hace un enorme esfuerzo trayendo a León las máximas figuras del escalafón, pero que se estrella con la presentación y el juego de los astados.

Lo cierto es que Nobel no se cansó de embestir, y lo hizo humillado, con enorme nobleza y siguiendo con codicia la muleta.; aunque como para el resto de la corrida el tercio de varas fue un mero trámite.

Cayetano ya salió muy decidido con el capote, se lució con las verónicas y quebró a cuerpo limpio en los medios cuando el toro se le arrrancó mientras brindaba al público. Empezó de rodillas una faena que fue a más, y de la que destacaron sobre todo los compuestos pases de pecho.

Por el derecho toreó con temple y suavidad la embestida fija y humillada del de Zalduendo, pero la faena subió de tono especialmente por el pitón izquierdo, con el toro arrastrando el morro por la arena y embistiendo incansable y con celo. Remató con tres circulares sin mover los pies, molinetes, cambios de mano,... Hasta que la petición del público para reclamar el indulto subió y Nobel volvió también dócil a los corrales.

Al que hizo octavo lo toreó con empaque y suavidad, sin obligarle en exceso en tandas ligadas con armonía en las que fue bajando la mano sin forzarle, y dándole tiempo para reponerse. Faena muy entonada en la que el toro fue a menos, aunque siguió