La falta de recursos deja a nueve niños sin hormona de crecimiento en el 2010
Los endocrinos creen innecesario el Comité Asesor, con el que discrepan a veces
La decisión del Comité Asesor de la hormona de crecimiento de excluir del protocolo de actuación pública a once de los 24 menores que el servicio de Endocrinología del Hospital de León presentó para su financiación ha obligado a nueve familias leonesas a dejar a sus hijos sin el tratamiento prescrito por el especialista. Pese a los criterios de los endocrinos, que consideraron que las patologías de los menores les hacía candidatos a recibir la hormona para que alcanzaran la talla dentro de los percentiles habituales, el alto precio de la medicación, que según las dosis está entre los 600 y los 1.100 euros mensuales, obligó a las familias con menos recursos a dejar a sus hijos e hijas sin las asistencia farmacológica adecuada. Sólo dos de los once niños excluidos de la financiación pública afrontan el gasto de la medicación por su cuenta, lo que en algunos casos supone un gran esfuerzo económico familiar. Otros 13 sí fueron incluidos en el protocolo de financiación.
La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León del 10 de abril publicada ayer por este periódico obligando al Sacyl a sufragar los gastos farmacéuticos del tratamiento de un niño leonés al que el Comité Asesor le había denegado la prestación en dos ocasiones supone un antecedente importante para los afectados. Pese a todo, la prolongación de los trámites judiciales, que puede alargarse durante más de dos años, supone más incertidumbre para las familias que desconocen cuál será el fallo definitivo del juez y, en cualquier caso, tienen que adelantar el dinero.
La especialista en Endocrinología Infantil del Hospital de León, Ana Díaz Moro, asegura que algunos criterios por los que se rige el Comité Asesor «son ridículos, por lo que no siempre estamos de acuerdo ya que nosotros, cuando enviamos los experientes, es porque consideramos que sí cumplen los criterios para recibir la hormona de crecimiento».
Díaz Moro lamenta el caso de las nueve familias que no pueden acceder al tratamiento «porque en algunos la medicación es muy necesaria». Moro aclara que la hormona no sólo beneficia a la talla del menor, que es lo más visible, «sino que hablamos de otros problemas como el metabolismo óseo, el crecimiento de los órganos internos...».
Treinta menores reciben actualmente la hormona de crecimiento en León y cinco la pagan las familias. «Considero que el Comité Asesor no debería existir. España es uno de los pocos países europeos que lo mantiene y supongo que en un futuro desaparecerán. Los hipocrecimientos los estudian los especialistas, que evaluamos si funcionan los tratamientos. Hay medicamentos más caros que no pasan por ningún comité».