Un aeropuerto con buenas instalaciones pero muy pocos pasajeros y vuelos
El aeropuerto de León busca tener una vida mejor, y más después de ampliar su pista y contar con una nueva terminal de pasajeros. A favor, cuenta con una envidiable situación estratégica, a medio camino entre Asturias, Galicia... incluso con el norte de Portugal, y suma un reciente título como su habilitación como puesto fronterizo del territorio Schengen.
Sin embargo, el gran caballo de batalla son el número de vuelos y, por extensión, el de pasajeros, pese al repunte de los últimos meses. El aeródromo de León se desplomó en las estadísticas con la entrada en funcionamiento del Alvia y la consiguiente pérdida de pasajeros a la capital de España.
Los vuelos chárter son casi el último clavo ardiendo, y más viendo los últimos datos. En la estadística autonómica, mientras los aeropuertos de Villanubla (Valladolid) y Burgos han experimentado un incremento de más del 25% entre enero y mayo de este año, con respecto al mismo periodo de 2010, León y Salamanca han sufrido un descenso del 5,6 y el 1,6 por ciento, respectivamente, según datos publicados por Aena y recogidos por la agencia Ical. Apenas 31.000 pasajeros han pasado por sus instalaciones este año.
Los cambios en la configuración del mapa político provincial en las elecciones municipales del pasado 22 de mayo apuntan también una nueva etapa en las relaciones internas del Consorcio. Todavía hace poco, la presidenta de la Diputación y del órgano de gestión del aeropuerto, Isabel Carrasco, invitó al Ayuntamiento de la capital leonesa, que entonces presidía el socialista Francisco Fernández, a abandonar el gestión por una deuda de 2,4 millones. De hecho, este mes León debe ingresar 410.000 euros.