Los empleados de Antibióticos piden 6,3 millones de ayudas de Junta y Gobierno
La dirección de la empresa reconoce la búsqueda de «líneas de negocio más rentables»
Siempre que Antibióticos se constipa, la sociedad leonesa estornuda. Esto se debe no sólo a la importancia histórica de la fábrica, sino también al apoyo de las administraciones, sobre todo autonómica, para el mantenimiento de una actividad que lleva varios años sufriendo continuas crisis.
La última se está haciendo pública estos días, ante una fuerte ralentización de la actividad que los trabajadores temen que sirva como excusa para un recorte de empleos. Para evitarlo realizan una petición: que se le abonen a la empresa unas ayudas pendientes de 6,3 millones de euros de las administraciones públicas. En concreto, de la Junta y el Gobierno central.
Además, en la reunión celebrada ayer entre la dirección de la empresa y la mayoría del comité de trabajadores, FIA-UGT, FITEQA-CCOO y CSI-CSIF, la dirección de Antibióticos reconoce que busca «líneas de negocio más rentables sobre las que apoyar la cuenta de resultados y que permitan mantener y garantizar el empleo». Para ello afirman que iniciarán proyectos al margen de la fermentación de penicilina, aunque respecto a ésta se van a atender las demandas de aquellos clientes «cuya viabilidad comercial lo justifique».
El primer paso para diversificar la actividad y asegurar el futuro de Antibióticos se dará, previsiblemente, a finales de este mes o principios de agosto con el inicio de la producción de farneseno para la multinacional americana Amyris. Este proyecto fue anunciado en marzo y ya está en marcha, tras la construcción de las instalaciones y los cursos de formación a los trabajadores. Los representantes del comité valoraron ayer «positivamente» lo que definieron como un cambio de estrategia para diversificar la producción.
Aún así, manifestaron su preocupación por la situación de la empresa y la propia dirección de ésta reconoció durante la reunión que la situación es «complicada», aunque afirmaron que se trata de algo «estructural».
Por su parte, el comité de empresa de Antibióticos mantuvo ayer una reunión con el alcalde de León, Emilio Gutiérrez, para exponerle la situación de la empresa y buscar la colaboración del Consistorio en la reclamación de las ayudas de las dos administraciones, central y autonómica. La primera de las ayudas, explicó el presidente del comité, José Ignacio Ronda, es de 4,5 millones de euros y se trata de un crédito a la inversión del Ministerio de Industria que la empresa ha confirmado a los trabajadores que ya está certificado, por lo que el comité de empresa pide a la Junta que «como ha hecho con otras empresas, avale ese dinero» para que pueda ser prestado por una entidad financiera.
La segunda corresponde a una subvención de 1,8 millones de euros que sería abonada por la Junta en colaboración con el Gobierno y que pertenece a las ayudas del plan 2005-2008. Esta subvención, reconoce Ronda, no se abonó en su momento porque la empresa no cumplía los requisitos de inversión y empleo -por el ERE de 2009-, pero después se realizó una ampliación de la petición de ayuda hasta junio de 2010 que fue atendida por los nuevos propietarios, Enerthi. «Ellos han cumplido los requisitos y presentado la documentación, no se les puede pedir que cumplieran algo cuando no estaban», añade el comité.
En este sentido recalcan que los nuevos dueños de Antibióticos, «no han recibido ni un sólo céntimo de las administraciones», a pesar de que la empresa ha pasado de 275 trabajadores a los 303 actuales. «Lo que queremos es que esa plantilla se consolide», añade Ronda.
Un objetivo que parece correr peligro en los últimos tiempos, ya que el propio comité de empresa -que no quiso ayer entrar en valoraciones más exhaustivas- reconoce que la actividad ahora mismo es «muy baja».
Por su parte el sindicato USO lamentó que la reunión celebrada con la empresa no haya «aclarado las dudas sobre la situación de la empresa» y aseguran que se transmiten diferentes mensajes, «uno a la opinión pública, otro a las administraciones y otro a los trabajadores».