Hosteleros y ciudadanos también notan el cambio

Pasear los domingos por las mañanas por Papalaguinda es algo que muchas familias volvieron a hacer ayer después de la vuelta del Rastro al Paseo de la Facultad. Coral Cordero es un ejemplo: «Estamos muy contentos y no lo deberían de haber cambiado nunca; a Clarés sólo fuimos dos veces», asegura. Pero los ciudadanos de a pie no son los únicos que han notado el cambio. Y es que esto también supuso una mejora para el sector hostelero. Saturio Cadenas, del bar Morán, comenta que «la diferencia es clara en comparación con otros domingos» y que «hacía falta». Coral corrobora que «desde Clarés, hacía falta coger el coche para ir a tomar algo, por lo que ya te ibas a casa». Por su parte, Emilia Gutiérrez, de la pastelería Albany, confirma que «el cambio se nota desde por la mañana, igual que se notó con el traslado a Clarés».