El puente goza de buena salud
Una máquina especial analiza la tensión de los tirantes que sujetan el viaducto Fernández Casado en la autopista del Huerna a su paso por el pantano de Luna
El viaducto del pantano de Luna, en la autopista del Huerna, está siendo sometido estos días a controles para garantizar su seguridad. Se trata de análisis periódicos, según fuentes de la empresa concesionaria, que se realizan con una máquina especial que mide el grado de tensión de los cables que sujetan la plataforma de hormigón.
El viaducto es, junto al túnel de El Negrón, el emblema de esta infraestructura que comunica León con Campomanes.
Inaugurado en 1973, lleva el nombre del ingeniero que lo diseñó, Carlos Fernández Casado.
El viaducto, según fuentes de Aucalsa, es un puente atirantado de 440 metros de luz, que en su momento estableció un récord mundial, tanto por su arco de luz como por «su construcción de hormigón pretensado como elemento resistente».
Según la información que aporta la concesionaria, el puente se compone de tres vanos de 66, 440 y 66 metros de longitud y dos estribos-contrapeso de 34 metros cada uno. Su anchura es de 22,5 metros y las dos torres que lo sustentan tienen una altura de 102,3 y 117,3 metros, respectivamente. Cuenta con 228 tirantes constituidos por torones de 0,6 pulgadas de diámetro.
Inaugurado en 1983, fue récord mundial hasta la construcción del puente de la Pepa, en Cádiz. Sin embargo, no ha perdido su espectacularidad. Así ha recibido visitas como la del padre del Rey Juan Carlos, Juan de Borbón, que visitó expresamente León para contemplar su imagen sobre las aguas del embalse.
El puente también ha sido escenario de anuncios y campañas publicitarias a nivel nacional e internacional.
Nacido en Logroño en noviembre de 1905, Carlos Fernández Casado fue un ingeniero especializado en la construcción de puentes durante los 50 años que ejerció su profesión. Además del de la autopista leonesa, en su currículum destacan otras obras como la tribuna del campo de San Mames en Bilbao y el puente acceso a la estación de Chamartín en Madrid.
Junto a otros ingenieros, fue precursor de la introducción en España de la tecnología moderna del hormigón, siguiendo los pasos de Maiilart, Freyssinet, Nervi, dignos sucesores de aquella generación de los Telford, Brunnel o Eiffel que hicieron del hierro y el acero una forma nueva de construir.
Fuentes de Aucalsa señalan que este tipo de controles son normales y que se realizan con el fin de que el puente se conserve en buen estado. Según añaden, la estructura goza de una buena salud.