Un crimen que conmocionó a León
Según recuerda la sentencia, sobre las 3:30 horas del día 22 de noviembre de 2008 el acusado, mayor de edad y condenado por 22 delitos de robo, en la C/ Lope de Vega de León y ocultando su rostro con una máscara de látex (de carnaval) que le cubría la cabeza e impedía su identificación, abordó a dos amigas que caminaban agarradas del brazo, abalanzándose sobre una de ellas, con intención de arrebatarla el bolso que llevaba colgado del brazo, oponiendo resistencia la primera y produciéndose un forcejeo entre ambos en cuyo transcurso el asesino le arrancó un collar que llevaba al cuello, que se rompió y cayó al suelo, no consiguiendo el delincuente apoderarse del bolso de la mujer.
Tras ello, el acusado abordó a Maite García con el mismo propósito forcejeando también con ella que oponía resistencia a la sustracción del bolso, momento en que de forma inesperada e imprevista sacó de entre sus ropas un cuchillo (de 20 centímetros de hoja) con el que le asestó cinco puñaladas logrando así vencer su resistencia y apoderarse del bolso con el que salió huyendo del lugar dejándola herida de muerte, abandonando en su huida la careta o máscara, el cuchillo y el bolso de cuyo interior se apoderó de 50 euros y un teléfono móvil, teléfono que fue entregado a la policía por la esposa del acusado.
Apuñalamiento inesperado. El apuñalamiento a la víctima se produjo en forma tan rápida e inesperada que ni siquiera fue advertido por la amiga de la fallecida, afectando a órganos vitales tres de las cinco puñaladas recibidas, una en el corazón, otra en el bazo y otra en el intestino. El fallecimiento se produjo a las 6:45 horas del mismo día en el Servicio de Urgencia del Hospital de León mientras era sometida a una intervención quirúrgica.
El acusado fue detenido el 24 de noviembre de 2008 permaneciendo en situación de prisión provisional desde el 27 de noviembre de 2008 hasta la actualidad.
Sobre las 22,40 horas del 24 de noviembre de 2008 cuando el acusado estaba detenido en la Comisaría de Policía de León, comenzó a dar patadas a la puerta del calabozo de dicha comisaría hasta romper la cerradura. Ya había sido condenado con anterioridad a más de cuatro años de prisión por 26 delitos de robo y robo con violencia y era consumidor habitual de cocaína. Por este asesinato se le condenó a 22 años de prisión, que se mantienen.