La nueva cara de Ventas Oeste

El colegio Cervantes comenzará el curso escolar con un nuevo patio y más metros cuadrados para sus alumnos, una vez que han concluido las obras de construcción del muro que separa el centro educativo de la Ronda Interior.

Pese a las diferencias políticas en el anterior mandato, Junta y Ayuntamiento llegaron a un acuerdo para la desafección de dos parcelas del colegio con el fin de poder construir uno de los tramos más complejos de esta vía que comunica los barrios de León, entre la avenida de Mariano Andrés y la Carretera de Asturias. Una de las fincas medía 1.200 metros y otra 150 y estaban situadas en la parte delantera del centro. A cambio, el Ayuntamiento cedió unos terrenos en su parte trasera por 1.524 y 286 metros y se comprometió a pavimentar una cancha deportiva, por lo que el colegio ha ganado casi 500 metros cuadrados con el cambio para zonas de esparcimiento.

La Ronda Interior se extiende desde Pendón de Baeza hasta el hospital de San Juan de Dios y tiene como fin mejorar el tráfico en la ciudad en el acceso a los diferentes barrios. Aunque en gran medida se ha construido aprovechando el desarrollo de nuevas zonas urbanas, como ha pasado en el polígono de La Torre hace ya años o en La Palomera, al final también se han tenido que costear tramos, como pasó en la zona de La Granja o en la bajada desde la Carretera de Asturias a Eras.

El tramo afectado por el colegio Cervantes discurre por 450 metros desde la rotonda de la calle Nazaret a Mariano Andrés y las obras tuvieron un coste de 529.000 euros.

Este tramo, unido al otro que se ejecutó hacia la Carretera de Asturias, que también estuvo muchos meses parado hasta que entró en funcionamiento, ha mejorado de manera muy importante el tráfico en la zona norte de la capital, sobre todo a la hora de acabar con los atascos que se producían en la salida hacia La Robla a las horas punta.

Además, con la entrada en funcionamiento de todo el recorrido desde la Palomera hasta el hospital de San Juan de Dios, se ha agilizado el tráfico de entrada y salida a la ciudad y accesos concretos, como por ejemplo al Hospital y a los pueblos del Ayuntamiento de Villaquilambre.

Clave en ese nuevo tiempo para el tráfico han sido también el puente que evita las vías del tren entre Mariano Andrés y el PAU de la Universidad, ejecutados con anterioridad.

La Ronda Interior también aprovechará futuros polígonos como la Granja, que promueven la Diputación -como gran propietario de los terrenos- y los dueños de pequeñas parcelas, que posibilitará la construcción de un acceso mucho mejor y más ancho a la Ronda Este desde el Ejido y una mejora general del tráfico en un barrio que sufre especialmente el cierre de la Calle Ancha hace ya más de una década.

La apertura de la Ronda Interior en el tramo hasta el espolón supondría también el cierre del paso de coches por el entorno de la Muralla.