Las pantallas LED no funcionan porque están averiadas desde su compra
?. El Ayuntamiento saca a concurso la explotación de los luminosos que podrían ser de segunda mano.
El Ayuntamiento de Villaquilambre sacará a concurso la explotación de las tres pantallas LED instaladas en el municipio y que llevan sin funcionar desde el día que se instalaron. «Es la única solución factible –señala el alcalde, Manuel García— para unas pantallas que, en el momento económico en el que se compraron y en el actual, suponen un gasto innecesario, fruto de un capricho personal del PSOE que se antepuso a la necesidad de evitar derroches».
Además, el equipo de gobierno ha constatado, a través de la documentación disponible, que las pantallas compradas estaban en un estado defectuoso y no han funcionado bien desde el principio; en todo caso, no funcionan «no por pasividad municipal, sino porque están averiadas», señala el alcalde, en alusión a la acusación hecha por la concejala socialista, Manoli Ordás. Además, «tenemos motivos para pensar que, aunque se compraron como nuevos, ya estaban usadas», añade el alcalde en referencia al informe realizado por el servicio informático municipal.
De acuerdo con este informe de este servicio «existe en el ordenador correo electrónico con fecha de enero de 2011 con referencia de publicidad para la plaza de toros de León, con lo cual se detecta que la máquina no es nueva y estaba ya instalada en otro lugar» o «se detectan ordenadores con varios años en funcionamiento, uno de los cuales es un modelo descatalogado», entre otras apreciaciones.
Defectos. En el informe realizado sobre los paneles, se han detectado defectos como que la caja de la máquina es demasiado grande para el cajón y tiene que estar ladeado para que pueda funcionar, el ordenador pierde la señal en la salida de led, se producen cortes de alimentación en los puertos USB, la placa base no tiene posibilidades de apagado y encendido controlado por tiempo, no se tiene constancia de licencia de office ni de sistema operativo y los paneles están fuera de sitio. El alcalde considera su compra «un derroche innecesario». Por estos motivos, el Ayuntamiento trata de corregirlo.