Temporalidad juvenil y jornada parcial femenina

El perfil del trabajador que encadena contratos temporales en la provincia tiene tradicionalmente en los más jóvenes sus principales «víctimas». La crisis no ha cambiado sustancialmente este panorama, aunque sí ha llevado los tipos de contrato con una duración más breve a otros grupos de edad.

De hecho, las medidas de fomento de empleo para «jóvenes» se amplían ahora hasta superar la treintena. Y buena parte de los contratos por obra y servicio o por producción se concentran en el grupo de hasta 40 años. También crecen sensiblemente, eso sí, entre los que tienen más de 45 años.

Lo que ha cambiado poco su perfil, con crisis económica o sin ella, es el de los trabajos que no son a tiempo completo. Tanto en las contratación más estables como en aquellas marcadas por la temporalidad, la inmensa mayoría de los compromisos que se firman para jornadas a tiempo parcial se realizan a las mujeres. Una condición de doble precariedad.