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Y el último, que apague la luz

El Ayuntamiento elabora una lista con 57 buenas prácticas para que sus trabajadores ahorren energía, entre las que se reclama cerrar los grifos y no llevar jersey en verano o manga corta en invierno.

Belén Martín-Granizo firma el decálogo de ahorro.

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a. caballero | león
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La búsqueda del ahorro a partir de pequeños gestos nutre el decálogo Martín-Granizo. Una lista de buenas prácticas que la concejala de Urbanismo y Medio Ambiente ha enviado por medio de la intranet a todos los trabajadores municipales para exhortarles a seguir «una serie de normas y recomendaciones para el uso racional de la energía, que permita un desarrollo sostenible», con el que «cuidar y proteger el entorno y nuestra salud», y «una rebaja de los consumos». Factura que sólo en los edificios municipales suma más de 2,2 millones de euros al año, a los que se añaden otro medio millón en centros educativos y 2,5 millones en el alumbrado público. Para afinar el primero de los conceptos, la edil del PP exige que se cierre el grife, se apague la luz y se «acomode el vestuario a la temperatura ambiental y no al revés». Sin jersey en verano y, ni manga corta en invierno para que merme el gasto.

Arriba y abajo ¿por qué no andando?

No llamar a más de un ascensor a la vez. Para ahorrar en la factura energética y en la del gimnasio, la concejala del PP pica a los trabajadores con la invitación a que, «arriba y abajo, ¿por qué no andando?». «Si puedes evitarlo, no uses el ascensor para bajar menos de cinco plantas», plantea Martín Granizo, quien tiene su despacho justo en el quinto piso. «Si puedes evitarlo, no uses el ascensor para subir menos de dos pisos», añade, al tiempo que remata la norma con el consejo de que «si subes andando uno o dos pisos, además de ahorrar tu salud también se ve recompensada». Dos máximas que acompaña de la exigencia de que no se llame «innecesariamente o a más de un ascensor a la vez» y que «se eviten los desplazamientos inútiles». «Asegúrate de llevar contigo todo lo que necesitas», reseña.

Cierra el grifo

No uses el inodoro como papelera. Los consumos de agua también entran en las preocupaciones de Martín-Granizo. «Cierra el grifo. Evita que el agua corra inútilmente sin ser utilizada», lanza a los trabajadores municipales, a los que invita a que avisen «de cualquier fuga en grifos y cisternas» y les recrimina que usen «el inodoro como papelera».

El ahorro no se queda en el edificio central, sino que la concejala del PP avisa de que «en las instalaciones deportivas», se revisen «los recintos de aseo después de las actividades». «En las zonas verdes que dispongan de riego no automatizado, busca las horas de menor evaporación y evita el encharcamiento», advierte a los encargados de los jardines.

Menos de 230 en invierno y más de 250 en verano

Cerrar las persianas por la noche. Martín-Granizo asienta que «conseguir la temperatura ideal en cada momento para todos suele ser motivo de conflicto». Una indeterminación que resuelve al recomendar que «la temperatura no suba de 21 o 23 grados centígrados en invierno y que no baje de 23 o 25 grados en verano». La temperatura que debe mantenerse en las instalaciones municipales, para lo cual ordena que se mantengan «las ventanas cerradas cuando funcione la calefacción o el aire acondicionado». «Para ventilar una instancia son suficientes 10 minutos», puntualiza, sin perder oportunidad para señalar a los trabajadores que «en invierno, si las hay, deben cerrarse las persianas y cortinas por la noche evitando así importantes pérdidas de calor».

Para conseguir las temperaturas ideales, la concejala de Urbanismo y Medio Ambiente manda que «en aquellos lugares donde puede ser regulada, la calefacción no debe funcionar por encima de 20 grados centígrados en invierno», dado que «por cada grado centígrado que aumente la temperatura de la calefacción se consume entre un 3% y 5% más de energía». «Si es aire acondicionado es suficiente regularlo a una temperatura de 22 grados centígrados», señala, a la vez que recomienda que «en la medida de lo posible, no se usen calefactores eléctricos individuales». Límites que pretende preservar con el deber de los trabajadores de liberar las fuentes de calor (radiadores, estufas, calefactores, etcétera) de cortinas muebles o elementos similares».

«Es importante recordar que no hay que colocar sobre las rejillas, armarios/fan-coil de aire, etcétera, ningún tipo de elemento como archivadores, cajas o abrigos, pues se impide que salga el frío o el calor provocando un resultado negativo», insiste Martín-Granizo.

Toda una extensa lista de conductas que deben seguir los trabajadores que se cierra con una intromisión en la moda. «Acomoda tu vestuario a la temperatura ambiental y no al revés. Es más lógico ponerse un jersey en invierno que subir la temperatura y llevar manga corta en verano que bajarla, además de que evitamos posibles resfriados», afirma la edil.

Iluminación y pantallas de ordenador

Evita que los objetos impidan el paso de la luz. El capítulo dedicado a la iluminación se abre con un apunte pedagógico: «La iluminación supone casi el 10% del consumo total de energía y unos 123 kilogramos de CO2 al año por cada puesto de trabajo». Mucho dinero para no tener en cuenta que «encender la luz debe responder a una necesidad» y que «mantenerla cuando hay luz natural suficiente, es un derroche». «Debe aprovecharse al máximo la luz natural», es el mandamiento básico, para el cual es necesario evitar que «los objetos impidan el paso de la luz» y observar que «si es posible», se tienen que «regular las cortinas y persianas a lo largo del día», lo que «evitará también el calor y los reflejos molestos».

El camino hacia la luz perfecta tiene veredas como la que anima a los trabajadores a orientar «la pantalla del ordenador en función de dónde provenga la luz natural para evitar reflejos innecesarios que obliguen a cerrar cortinas y encender las luces». «Apaga siempre las luces de los espacios que no se estén utilizando. Se ahorra energía, se reduce el calor interior en verano y así también se ahorra en refrigeración» y «apaga las luces después de usar los aseos» son otros de los preceptos.

Reutiliza los sobres para correo interno

Agita el cartucho antes de sustituirlo. Como «se precisa casi 10.000 Kw/h para fabricar cada tonelada de papel» y este es «acaba siendo el 70 % de los residuos de una oficina», la edil del PP, exige a los empleados que utilicen «papel usado para notas y borradores», impriman «sólo lo que realmente necesiten», impriman y fotocopien «a doble cara» y reutilicen «los sobres para correo interno». «Siempre que sea posible, utiliza el correo electrónico y la intranet para recibir y enviar información en vez de utilizar papel», aconseja Martín-Granizo, quien reclama que se active «el corrector ortográfico y revise los cortes de página antes de imprimir», se separen los residuos y se use «el modo de impresión económico y en blanco y negro». «Agita el cartucho antes de sustituirlo, imprimirá hasta 100 copias más», desvela.

Viaja a pie o comparte vehículo

Conduce de forma eficiente. Para las reuniones, cursos y actividades, la concejala popular aconseja que la iluminación y los equipos «se enciendan con la antelación justa y no antes». Las reuniones «deben organizarse con el mínimo papel posible, distribuyendo convocatorias, información previa y conclusiones por vía electrónica» y «la climatización debe ajustarse a la época del año, la duración prevista de la reunión y al número de personas que van a asistir».

Si la reunión es «fuera del lugar de trabajo y hay que desplazarse», Martín-Granizo reclama a los trabajadores que aprovechen «a hacerlo con otros compañeros que también tengan que acudir, a pie o compartiendo vehículo». «Conduce de forma eficiente; podrás obtener importantes ahorros de carburante y evitar emisiones de CO2 innecesarias», avisa.

1397124194Apaga el PC en pausas de más de una hora

Reduce el brillo de la pantalla. El uso de «ordenadores, impresoras, fotocopiadoras y faxes supone unos 75 Kw/h al año por cada puesto de trabajo», lo que supone «más de 3,5 Tm de emisiones al año entre todos». Para aprovechar «todas las posibilidades de ahorro», Martín-Granizo pide que se activen «las opciones de ahorro», que se apague «el PC en pausas de más de una hora», que se apague «la pantalla en pausas de más de 15 ó 20 minutos, ya que es la parte del ordenador que más consume», que se reduzca «el brillo de la pantalla, dado que a nivel medio el ahorro ya alcanza de un 15 a un 20%», que se apague «el equipo al acabar la jornada, tanto el ordenador como la pantalla» y que «la última persona que abandona el centro de trabajo realice una comprobación».

Vamos, que el último apague la luz.