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La feria galardona a Alfredo Prada por su defensa de los valores leoneses.
«¿Picantes o suaves?» Soledad pregunta con el mismo cariño con el que ha cocinado centenares de raciones de patatas para la feria ajena a que algún simpático ya ha adornado el cartel que fija los límites de salida del término municipal por carretera con un giro lingüístico simpático: «Ghozas de Abajo», reza el cartel.
De las dos poblaciones de Chozas, la de abajo y la de arriba, de Mozóndiga, de Villar de Mazarife y de Antimio de Arriba. De Banuncias y de Ardoncino y hasta de Meizara y Cembranos. De todos los puntos del municipio se acercaron vecinos a disfrutar de las excelencias de la Feria de la Patata, que sólo registró como incidencia anómala el sobresalto que provocó un vecino de León con segunda residencia en Chozas, que se mareó (mitad efecto del calor, mitad resultas de las consecuencias de las comidas) y hubo de ser atendido por las asistencias.
Ya alcanza la feria seis años de vida y que en esta edición galardonó al candidato a diputado nacional por León Alfredo Prada con la versión de bronce del tubérculo por su misión como director del Partido Popular para el exterior.
«Es una ocasión magnífica para ver cómo ha crecido una iniciativa que nació de manos de unos amigos en torno a un plato de patatas», explicó el alcalde, Roberto López Luna. «Hay que paralizar la reforma de la PAC y eventos de este tipo lo confirman», explicó el consejero de Fomento, Antonio Silván. «Si no politizaran la feria, sería mejor», espetó el portavoz de la oposición, Marciano Pérez.