Las víctimas no pueden ser juzgadas por los delitos cometidos

La trata de personas es el comercio ilegal de personas con propósitos de cualquier tipo de esclavitud. Es un delito internacional contra los derechos humanosy considerado como la nueva forma de esclavitud del siglo XXI.

Fue en el año 2000, en Palermo, Italia, cuando se aprobó el acuerdo con ámbito internacional del Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir, y sancionar la trata de personas.

Este protocolo representa un marco fundamental para luchar contra este delito de manera internacional. Y es que la trata de personas es una de las actividades ilegales más lucrativas, por detrás del tráfico de drogas y de armas.

Un apartado del Protocolo de las Naciones Unidas de Palermo estipula que ningún Estado firmante «puede judicializar a una persona que haya sido víctima de la trata de personas, por cualquier delito que haya cometido, en relación como víctima de este delito».

La trata de personas es un fenómeno global en el que se incluyen la servidumbre, el tráfico de órganos y la explotación de niños para la mendicidad.

Así, y de acuerdo con estimaciones de las Naciones Unidas, más de 2.4 millones de personas están siendo explotadas actualmente como víctimas de la trata de personas, ya sea para explotación sexual o laboral.