Villanueva dice ahora que «para bien o para mal las cajas son entidades privadas»
El consejero asegura que la Junta sólo actúa cuando se ve afectado el «prestigio» .
Tomás Villanueva.
Ha habido que esperar más de una semana desde de que saltara el escándalo de la millonaria prejubilación de 554.000 euros, que la Caja concedió a Francisco Fernández, para conocer la opinión del consejero de Economía y Empleo de la Junta. Tomás Villanueva se limitó a decir ayer que «para bien o para mal las cajas de ahorro son entidades privadas» y cuentan con órganos de gobierno, que son los que tienen las competencias para aprobar las prejubilaciones o indemnizaciones de sus directivos.
Villanueva reseñó, en este contexto, que el Banco de España y la Junta, como órganos supervisores, únicamente intervienen cuando las decisiones afectan o al «prestigio» o a la «solvencia» de las cajas.
Con estas afirmaciones despachó Villanueva la polémica sobre las desorbitadas prejubilaciones, de las que quiso desentenderse, pese a que como él mismo reconoció la Junta, más concretamente su consejería, es la que deben supervisar la gestión de las cajas de ahorro. Como lo demuestra el hecho de que el consejero haya tenido una participación activa y directa en los procesos de integración de las cajas, así como en la designación de los consejeros del nuevo banco de Caja España-Duero.
Por eso resulta cuando menos poco comprensible que Tomás Villanueva evite pronunciarse sobre la prejubilación de seis millones del ex director general de Caja Segovia y la de Francisco Fernández. Villanueva se limitó a asumir que «a veces» no parecen correctas ciertas decisiones y apeló a que «conviene ser prudente» hasta que conozca los casos con precisión.
El consejero de Economía y Empleo recordó que Castilla y León es una de las autonomías «más avanzadas» en cuanto a la exigencia de profesionalización de las cajas, que se pactó en las Cortes autonómicas con consenso parlamentario. A pesar de ello, incidió en que la apuesta por la profesionalización «no quiere decir que lo hecho hasta ahora haya estado mal», y defendió el buen papel jugado por los representantes políticos en los órganos de las cajas, ya que a pesar de su «desprestigio actual», dijo, «no han bajado de una montaña» y en su mayoría están bien preparados.