Donde el ahorrador es el protagonista

El Inversor Inquieto ( www.elinversorinquieto.es ) cumple este viernes su primer año de vida. Sin embargo, hace tiempo que cumplió la mayoría de edad. Dos décadas llevan los profesionales que han puesto en marcha este proyecto multimedia volcados en difundir la cultura financiera entre los ahorradores leoneses. Ahora, a través de las nuevas tecnologías, dan el salto y se liberan del ámbito local para despertar las conciencias de los inversores de cualquier parte, en un momento especialmente delicado para los mercados.

No es la primera crisis que sortea el grupo de profesionales que ha puesto en pie y consolidado en tiempo récord esta página, capitaneado por la directora de Inversis Banco en León, María Jesús Soto. Ni ha surgido ahora su afán por formar a los ahorradores. Desde 1993, y bajo el paraguas de distintas firmas comerciales y proyectos empresariales, estos especialistas en mercados financieros han desarrollado un incansable trabajo para transmitir a los ahorradores, a los inversores, que ellos son los que deben saber, los que deben exigir, los que deben mandar. Y, con eso, elegir a sus gestores.

«El inversor es el verdadero protagonista de los mercados, el que exige información y formación, no que le cuenten lo que se supone que quiere oír». Soto hace hincapié en que «saber es la mejor manera de protegerse. Hacer ignorantes so miedosos en los mercados financieros es la mejor forma de tener a gente manipulable para colocar productos que obedecen a intereses bien distintos a los del inversor». Así hemos llegado hasta este momento económico.

El esfuerzo por difundir la cultura financiera lleva a ser independientes, a controlar a los agentes económicos, a saber definir nuestro futuro y el riesgo financiero que se quiere asumir. «El inversor inquieto no quiere que le vendan un producto, quiere un compañero fiel que vigile sus intereses, pero sin descuidarlos él».

Soto insiste en que «se acabaron los tiempos del ahorrador conformista. Hay que ser exigentes con la información, la transparencia y la protección que nos deben las instituciones». El inversor, asegura, es el gran protagonista porque es el que tiene el ahorro. «Tiene que mandar él, no ser la víctima del sistema. Hay que ser dueños, no esclavos de la relación». Una posición proactiva que ahora tiene una herramienta más a su disposición.