Las ayudas de emergencia social del Ayuntamiento se dispararon un 56%
Más de 250 familias reciben el auxilio público para vivienda y manutención básica.
El tópico de la exclusión social se ha redefinido. Ese perfil de minorías étnicas tradicionales e inmigrantes sin recursos hace espacio ahora para incluir a aquellas «familias normalizadas» pertenecientes a la clase media que se llevó por delante la crisis. Ahora, en este nicho, comparten espacio cerca de 270 familias: un 56% más que en el año 2008, el ejercicio en el que empezó a decaer la bonanza económica y se dispararon las agendas de los trabajadores de los centros de acción social (Ceas).
Serán más en los próximos meses, según auguran los responsables del programa, que antes de final de diciembre tendrán que ampliar la dotación económica hasta alcanzar los 200.000 euros, frente a los 136.360 euros que había dispuestos en el presupuesto hace tres años.
La progresión toma base los 173 beneficiarios que había contabilizados en el año 2008. Minorías éticas, colectivos en riesgo de exclsuión y sobre todo inmigrantes sin empleo que se mantienen en la nómina de beneficiarios, según constatan los trabajadores. Pero a mayores de estos colectivos, que se apuntan de manera recurrente en las bases de datos de los Ceas, se añaden essa familias normalizadas que contaban con dos sueldos incluso: en el 2009, las ayudas de emergencia llegan a 210 familias, con un presupuesto de 138.000 euros; en el 2010, se da el mayor empuje con 269 beneficiarios y una dotación de 186.635 euros; y en lo que va de 2011, ya se han entregado 170.000 euros a 250 hogares, que antes de final de año superaran la barrera de los 170 asistidos por el programa y necesitarán un desembolso adicional de 30.000 euros.
Objetivos de las ayudas. Las ayudas de emergencia social, reguladas mediante ordenanza, se crearon para «la satisfacción de una necesidad primaria y esencial para la subsistencia de la persona y de su unidad familiar». Una concepción en la que se establecen como objeto de las prestaciones los «gastos derivados de la vivienda o alojamiento», tanto aquellos temporales debido a situaciones de siniestro, como incendios o ruina, los destinados a cubrir el aquiler y los relativos a la amortización y pago de intereses derivados de la adquisición de vivienda. El apartado que más ha aumentado en estos años, espolleado por las estadísticas que asientan que desde el 2008, tres leoneses han perdido su casa por impago cada día.
La asistencia, que tienen que certificar los trabajadores sociales del Ayuntamiento, se destina además a cubrir las necesidades básicas de subsistencia: alimento, vestido e incluso los gastos de la educación de menores para poder comprar libros y material escolar, así como los necesarios para los recibos de luz, gas y otros suministros. Facturas esenciales que entran dentro de los objetivos de la convocatoria, en la que también se establece como susceptible de financiación la adaptación funcional de las viviendas para los discapacitados para que puedan tener un desarrollo normal de su vida, y la rehabilitación de casas que no cumplan con los requisitos de seguridad, higiene y salubridad de carácter primario.
