Absentismo escolar: otra cara de la crisis
Los programas de la Concejalía de Familia llegan a 114 menores .
Los comedores sociales son también un reflejo del aumento de las ayudas sociales.
Hoy se celebra el Día Mundial de la Infancia. La crisis económica deja un rastro que afecta de manera directa a los más pequeños. Desde los servicios sociales del Ayuntamiento se detecta un aumento del absentismo escolar en niños y niñas de familias más desfavorecidas de León. De las 250 ayudas de emergencia social, el 25% se han destinado a programas de subsistencia. «No podemos ayudar a los niños y niñas si no actuamos con la familia, ese es nuestro objetivo», explica la concejala Montserrat Gutiérrez. En lo que va de año los programas preventivos municipales han llegado a 114 menores, sobre todo con aulas de apoyo escolar para reforzar las materias en menores con dificultades sociofamiliares. Al centro de día de menores Gloria Fuertes acuden los menores con riesgo de exclusión social o desprotección para, a partir de un trabajo individualizado e integral, proporcionar a las familias un apoyo en sus tareas de protección
El personal municipal dedicado a trabajar con la infancia constata que la crisis ha duplicado las peticiones de ayuda pero la difícil situación económica de las familias se traduce, además del absentismo escolar, en un déficit de nutrición, problemas de comportamiento y relacionales conflictivas familiares, que se puede traducir en un abandono del cuidado infantil.
El juez decide. ?i la familia es incapaz de garantizar los derechos básicos de los menores es el juez el que interviene con medidas de protección complementarias o sustitutivas de la de sus propios padres durante un tiempo determinado. Actualmente hay 721 menores leoneses en acogimiento familiar bien porque los padres no los pueden atender adecuadamente, porque la familia esté atravesando una situación de crisis o porque no es posible tramitar una adopción, según datos de la Junta. Pese al incremento de acogimientos en los últimos años todavía hay 14 menores en León a la espera de que una familia los acoja en sus casas (61 en Castilla y León). Las caractarísticas especiales de estos menores dificulta su integración en una familia ajena a la suya especialmente por sufrir alguna discapacidad física, problemas emocionales, grupos de hermanos o mayores de ocho años.
Aunque la crisis afecta por igual a todas las familias, las inmigrantes las que sufren las carencias de manera singular. «El problema añadido que tienen estas familias que están fuera de su país es que tienen lejos su red familiar, que en muchos casos supone un apoyo fundamental para ir superando una falta de empleo o de recursos: ayuda para cuidar a los niños, aportaciones económicas, apoyo en la falta de vivienda cuando no se puede pagar el alquiler o la hipoteca....», aseguran desde Accem, oenegé que trabaja con población inmigrante. «Las oenegés tenemos programas de ayudas económicas para casos urgentes, que cubren situaciones graves, pero son ayudas muy puntuales y siempre supeditadas a la existencia de recursos en ese momento. Con el voluntariado también damos apoyo para refuerzo escolar y asesoramiento a madres y padres. En algunos casos las familias deciden regresar a su país, para lo que también tenemos programas de asesoramiento».
Por su parte, la labor de Cruz Roja es preventiva. Por los programas preventivos de conductas violentas, educación para la salud, medidas alternativas al internamiento han pasado este año 1.700 menores.