La salida de Puente Castro quedará cortada por obras durante dos semanas
El Ayuntamiento recomienda usar la ronda Sur y la N-601 por el corte del puente.
La reivindicación vecinal para el arreglo del puente ha sido repetida en los últimos años.
La restauración del emblemático puente sobre el Torío que comunica la capital con Puente Castro mantendrá desde hoy y durante las dos próximas semanas restringido el tráfico de salida del barrio. Un condicionante que obligará a los vecinos y a los conductores que utilizan la arteria vial de la avenida de Madrid como acceso a la ciudad a variar sus costumbres. Con el carril de salida del mítico puente del siglo XIII cerrado, las dos alternativas pasan por tomar dirección sur y, desde allí, en el alto del Portillo, elegir entre la ronda Sur (LE-30) para entrar por La Lastra o el puente de la N-601 que desemboca en la glorieta de Carrefour.
El único tránsito de vehículos que se permitirá a partir de hoy, según la información remitida por la Concejalía de Policía y Tráfico del Ayuntamiento, será el que entre por Alcalde Miguel Castaño. La programación de los trabajos de reforma de la estructura del puente permitirá que se mantenga abierto un único carril de los dos existentes, que se empleará para conducir los tráficos que vengan de la ciudad e intenten continuar por la avenida o la avenida San Froilán.
Para este segundo itinerario que necesita pasar por la avenida San Froilán, el Ayuntamiento recomienda que no sea usado si la intención es dirigirse a Santa Olaja de la Ribera o Villarroañe, para lo cual se propone que entren por la Ronda Sur, sino que se emplee tan sólo para los vecinos del barrio y los visitantes del cementerio municipal.
Para paliar los problemas que se acumulen hoy a la hora de entrada del trabajo, tanto por parte de los vecinos como de los habitantes de los pueblos de la zona sur que usan este puente para entrar al centro de la ciudad, el Ayuntamiento ha colocado paneles informativos en la glorietas de la avenida Madrid y de la carretera de Villarroañe, en los que se proponen los itinerarios alternativos por la ronda Sur y la N-601.
La restauración del emblemático puente arrastra más un lustro de reivindicaciones. Quejas vecinales que han insistido en la pérdida de consistencia de las estructuras en las que están acomodados los pilares, que se agravaron con los últimos accidentes de vehículos que impactaron contra la pilastra de entrada en el barrio desde la avenida Miguel Castaño.
La situación, que fue atenuada por los labores de los estudiantes del centro de Oficios municipal, que colocaron los sillares desplazados, degeneró hasta el punto de que empezaron a desaparecer piedras y comenzó a suponer un problema para la estabilidad, no sólo la ornamentación del monumento, conocido como de Carlos III, que data del siglo XVIII, aunque hay indicios de la existencia de un paso romano preexistente. Los 200.000 euros del presupuesto permitirán mantener esta historia.