Diario de León

El ejercicio físico bombea al corazón

El cardiólogo Esteban García Porrero dirige la única unidad de rehabilitación cardiaca de la Comunidad, que enseña a vivir a 92 pacientes al año con cardiopatía

El doctor Esteban García Porrero, en su consulta.

El doctor Esteban García Porrero, en su consulta.

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León

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«La prevención primaria, para aquellos que aún no están enfermos, y secundaria, para quienes ya tienen la enfermedad, es mejor medicina que la cirugía para combatir la cardiopatía isquémica». Ésta es la reflexión que el cardiólogo y presidente de la Asociación de Enfermos Cardiópatas, Esteban García Porrero, transmitirá en la conferncia que hoy impartirá en el salón de actos de la Obra Social de Caja España en Santa Nonia, a partir de las 20.00 horas. García Porrero va más allá y deja claro que el ejercicio físico y una dieta sana es la mejor medicina para evitar cualquier cardiopatía: angina de pecho, infarto, muerte súbita... Es más, según explicó a este periódico, los estudios demuestran que la cirugía sólo sirve para prevenir el 7% de los casos, mientras la medicación, por ejemplo contra el exceso de colesterol, ayuda a evitar la enfermedad en un 40%. «Pero es el ejercicio y la comida sana los que previenen hasta un 70% de las posibles cardiopatías», puntualiza García Porrero. La auténtica medicina, la que verdaderamente hace bombear al corazón, en palabras del responsable de Cardiología del Hospital de León, es el ejercicio físico y la comida sana, basada sobre todo en la dieta mediterránea, «pero la auténtica, a base de fruta, verdura y legumbres», explica.

García Porrero dirige desde hace años en el Hospital de León la única Unidad de Rehabilitación Cardiaca de Castilla y León, en la que se atienden a 92 pacientes al año, divididos en dos grupos de catorce personas al trimestre. «Ahí se enseña a los cardiópatas a llevar a una vida sana, porque somos la única unidad donde trabajamos con la prevención», explica un García Porrero que va más allá cuando asegura que «las técnicas de revascularación son costosas y no hay medios económicos para atender la cardiopatía isquémicas a partir de la cirugía».

Por esta motivo insiste en que se hace necesario trabajar en la prevención. Y es ahí donde, además de la unidad que dirige, «juegan un papel fundamental asociaciones como la de Enfermos Cardiópatas, porque muchos de los pacientes abandonan los hábitos saludables una vez dejan la unidad», finaliza.

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