Unicaja y España Duero mantienen abierta la vía de fusión con Liberbank

Caja España Duero y Unicaja y el grupo de Liberbank, que forma y lidera Cajastur, junto a Caja Cantabria y Caja Extremadura extienden contactos para explorar la posibilidad de una fusión después de completar la integración previa que acometen ahora todas estas entidades.

La operación, como ya adelantó este periódico el pasado mes de agosto, daría lugar a un banco con más de 130.000 millones de euros en activos y que ocuparía la séptima posición en el ranking financiero español.

No existe de momento una negociación formal, aunque sí conversaciones exploratorias en un contexto en el que el conjunto del sector financiero está tanteando posibles operaciones, confirmaron al rotativo asturiano La Nueva España fuentes conocedoras del proceso. Tras la primera ronda de fusiones que redujo las 45 cajas de ahorros a 15 grupos, la reciente integración del Banco Pastor en el Popular y la adquisición de Caja del Mediterráneo por Banco Sabadell han activado un segundo ciclo de movimientos. Y en el sector se da por seguro que el proceso de concentración continuará, alentado además por el Banco de España y por el futuro Gobierno de Mariano Rajoy.

Liberbank, banco resultante de la alianza entre Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, ha manifestado públicamente su disposición a participar en nuevas fusiones para ganar tamaño. Lo indicó el pasado 11 de noviembre, en una comparencia pública, el presidente de Liberbank y primer ejecutivo de Cajastur, Manuel Menéndez. No obstante, la hoja de ruta que expuso Menéndez en aquella fecha indicaba que, antes de abordar fusiones, Liberbank buscaría captar inversores privados y salir a Bolsa.

Unicaja y las cajas castellano-leonesas están pendientes de completar la integración de los dos bancos a través de los que operan desde principios de este mes. El resultado de la fusión será una entidad con 79.000 millones en activos (27.000 más que Liberbank) y que ya es por tamaño la séptima del país, aunque sigue lejos, como lo está la entidad liderada por Cajastur, del tamaño que el Banco de España considera óptimo para desenvolverse en los mercados europeos (en torno a 150.000 millones en activos). La fusión de las dos entidades estaría más cerca de ese tamaño y acercaría a la entidad resultante a la dimensión del Banco Popular, sexto del país. Pero en los contactos exploratorios ya han surgido algunas tensiones. Según las fuentes citadas, Caja España, la más pegada a León, es reticente a la operación. No han transcendido los motivos exactos. Una hipotética integración entre Liberbank y el grupo de Unicaja podría diluir las posiciones accionariales de Caja España Duero, que van a controlar un 30% del banco que integrarán junto a Unicaja. En Liberbank, Cajastur domina la sociedad con un 60% del capital. Sobre el papel, Unicaja y Cajastur tendrían por tanto las posiciones más relevantes en caso de fusión, mientras que las participaciones del resto de los socios perderían peso, según entienden las fuentes conocedoras de las intenciones negociadoras de las entidades financieras, que están destinadas a posibilitar una fusión posterior a medio plazo.

Según otras informaciones, entre las cúpulas de Cajastur y de Unicaja, presidida por Braulio Medel, existen desde hace tiempo una buena sintonía. Como Cajastur, Unicaja sorteó mejor que otras entidades de ahorro los riesgos inmobiliarios, a pesar de que su territorio natural participó con intensidad en el auge de la edificación durante los años del «boom». Expansión informó de que los contactos entre Caja España Duero y Unicaja y Liberbank se pueden extender también al grupo Caja 3 (Aragón, Burgos y Canarias).