La atención de los mayores dependientes cuesta en León 74,1 millones al año

León es la provincia de la Comunidad que más gasta en la atención sanitaria y social de las personas mayores de 65 años con algún grado de dependencia. En concreto, 74,1 millones de euros para atender a las 6.064 personas mayores de 65 años que en la provincia tienen algún grado de dependencia. Los datos corresponden al trabajo Influencia del grado de dependencia sobre el gasto sanitario y social en Castilla y León , de Cristina Vilaplana Prieto, reconocido con el Premio de Investigación del Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León de la edición del 2011. A esta cantidad hay que sumar los 346 millones de de gasto sanitario y social de los mayores de 65 año no dependientes. La atención socio sanitaria anual media de una persona mayor de 65 años en Castilla y León es de 2.971 y la de un gran dependiente sube a 20.636.

León es la provincia de la Comunidad con una mayor tasa de personas dependendientes moderados, 25,61 por cada mil habitantes y la segunda con dependientes severos (14,81) por detrás de Salamanca (16,55).

Castilla y León soporta un gasto social y sanitario superior a la media nacional para hacerse cargo de sus mayores, al tener una población más envejecida (963 por cada mil habitantes frente a los 900 en España), pero con más población no dependiente que la media nacional. El informe cifra en 578.191 mayores de 65 años en Castilla y León (122.431 en León, la cifra más alta de todas las provincias de la Comunidad).

Atención a domicilio, ayuda a domicilio de carácter social, centros de día, residencias, servicios de respiro, teleasistencia hospitalización, rehabilitación, enfermería, dentista, medicación. A medida que crece la dependencia y la necesidad de cuidados se incrementa el gasto por persona.

La atención social y sanitaria de la dependencia moderada de los 3.135 leoneses y leonesas cuesta 26.895.165 euros al año; otros 25.487.154 la atención de los 1.813 dependientes severos y 21.791.62 los 1056 grandes dependientes.

No se puede asimilar envejecimiento a dependencia puesto que aunque el porcentaje de población de 65 años y más es superior en Castilla y León, el número de personas calificadas como no dependientes por cada mil habitantes es también superior.

En relación a la atención a las personas dependientes, Castilla y León es la que más prestaciones de promoción de la autonomía y prevención de la dependencia ha concedido. La atención sanitaria a las personas mayores de 65 años representa en España el 36,32% del gasto total público mientras que en Castilla y León supone el 50,12%. Esta diferencia es como consecuencia del envejecimiento de la población. El gasto se equilibra por cada mil habitantes. En España es de 3,2 millones y en la Comunidad es de 3,1 millones.

El paso de una persona autómona a dependiente moderado supone un incremento en las prestaciones del 142% en España y del 188% en Castilla y León. El empeoramiento de la salud de dependiente moderado a severo provoca un aumento del 42% en España al 63% en Castilla y León. Y de severo a gran dependiente la subida es de un 21% en España y del 46% en la Comunidad. En concreto, el desembolso por cada mil dependientes severos en Castilla y León es 1,32 veces superior al coste en España y el de los grandes dependientes es 2,5 veces mayor.

«Los resultados de este trabajo no hacen sino corroborar que las estrategias de prevención de dependencia no son sólo una forma de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sino una forma de inversión por parte de los poderes públicos», refleja el informe.

Más prestaciones. En relación a los cohortes de edad más avanzada (80-84 años y más), Castilla y León se caracteriza por un mayor grado de envejecimiento respecto al promedio de España. Esto influye en la demanda de las prestaciones. Los mayores de 85 años son consumidores de estancias en hospitales de día, conosultas de enfermería y de atención primaria; las personas de 80-84 años que además son dependientes severos o grandes dependientes consume, sobre todo, medicamentos para aliviar el dolor y más tranquilizantes que el promedio de España. El mayor consumo de rehabilitación por mil habitantes corresponde a los rependientes severos de entre 80 y 84 años. El coste de la atención a domicilio de los grandes dependientes de 85 años y más supera los 6 millones de euros en Castilla y León y la atención en los centros de día por cada mil personas de 85 años supone multiplicar por 15 el coste de España.

Los grandes dependientes de España consumen menos prestaciones sanitarias y sociales que los dependientes severos, mientras que en Castilla y León sucede lo constrario. El gasto social en España supone un 18% y en Castilla y León es el 32%.