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Blanco vuelve a primar al AVE gallego entre el atasco de las obras en León

El ministerio adjudica la estación de Orense en 67 millones, que diseñará Foster.

Una imagen futurista de la estación de Orense, diseño de Foster, que Fomento ha adjudicado en 67 millones de euros.

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L. URDIALES | REDACCIÓN
León

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Entre el avance de las infraestructuras viarias en Galicia y el atasco del olvido que padece ese tipo de obra pública en León media la voluntad del ministro de Fomento, José Blanco; hasta en el tramo final de su responsabilidad al frente del Ministerio lleva al extremo la voluntad de agilizar el AVE a Galicia y en Galicia en detrimento de su avance por la provincia leonesa.

La más reciente aportación de ese agravia parte de la adjudicación de la nueva estación de la alta velocidad en Orense, que diseñará el arquitecto británico Norman Foster, que tendrá un coste de 67 millones de euros. La operación, suntuosa y que está señalada por la premura en medio de la situación casi interina del titular de Fomento (a nueve días de que Blanco deje el cargo) tiene su contrapunto en el desarrollo de las obras vinculadas a la Alta Velocidad, que en la provincia leonesa llevan un ritmo menos agitado que en la comunidad gallega.

Contrasta la agilización de la línea de alta velocidad entre La Coruña y Orense recién estrenada con el paso cambiado que lleva el tren hasta la ciudad de León o en el corredor norte en dirección a Asturias, atrapado en el tiempo por túneles sin adecuar o incluso tramos sin un kilómetro de obras. El ajuste presupuestario del último verano ha traído consecuencias fatales para el avance de las obras del tren por el corredor que debe traerlo a territorio leonés; no así por la vertiente que corre hacia Galicia. Esa propuesta de Blanco, que se hizo estrategia para el Ministerio de Fomento en plena recesión presupuestaria que ha costado paralizaciones en las obras de nuevas estructuras en León, continúa vigente en vísperas de la despedida del Gobierno socialista. Antes de iniciar la mudanza en el Ministerio de Fomento, Blanco cumplió su palabra; volvió a cumplir con Galicia al dejar adjudicado el proyecto de la nueva estación del AVE en Orense, la puerta de entrada a Galicia. No se trata de una obra más sino en palabras del alcalde «un nuevo símbolo de la ciudad gallega», dijo su alcalde. Entre los siete finalistas se decidieron por la Unión Temporal de Empresas (UTE) conformada por Foster+Partners, GOC y Juan Cabanelas. Los adjetivos referidos a la importancia de esta obra civil también fueron pronunciados por los directivos del Adif que señalaron «orgullo como Adif dar solución a la puerta de entrada de la alta velocidad en Galicia». El responsable de la empresa público dijo que se trataba de «se trata de un proyecto magnífico, integrador y que se convertirá en un icono de la ciudad».

Un icono para la ciudad de León podría ser la integración del tren a su paso por la ciudad, en la traza que debería soterrar la alta velocidad en tránsito desde la vera del Bernesga hasta la salida norte y oeste de San Andrés del Rabanedo. El proyecto está atollado en una reticencia ministerial a conceder crédito a la operación, en torno a trescientos millones de euros, para dar soporte a la intervención que se diseñó para crear un pasillo sin barreras urbanas en lo que ahora es una brecha entre viviendas, calles y barrios. Un corte al que la eliminación del paso a nivel de doctor Fleming no deja de ser un punto de sutura.

Frente al apoyo al AVE gallego, en la apuesta de Blanco, la integración del tren en León, pero también una retahíla de obras ferroviarias y de autopistas, que deja en mal lugar la voluntad del Gobierno de dejar esos proyectos tan encauzados como queda la estación del AVE en Orense.

El acceso sur de León, que acumula un desfase de más de un año con el mejor horario que se había puesto en calendario para una obra que se fijó a cuatro años vista, es un ejemplo más que tiene pendiente la conexión a la ciudad con las vías de gran capacidad.

Tan notorio es el atasco de la León-Valladolid, que vive pendiente de tres velocidades y de plazos de ejecución desasistidos de ningún tipo de rigor. La última previsión del Ministerio deja en suspense que el tramo de León al Puente Villarente acabe antes de primavera. Al sur de Santas Martas la suerte no ha llegado ni a tomar forma de ejecución de obra.

En ese mismo estado onírico han dejado desde el Ministerio de Fomento de José Blanco que se desenvuelva la A-76, que debería doblar la carretera de Ponferrada a Orense, que no pasado el corte ni siquiera de la declaración ambiental. Una ironía la A-76 para los bercianos, que se acercarían así al AVE, que va anidar en Orense sobre 67 millones de euros.

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