Urdangarín, en manos de un leonés

?onzalo Presa es el leonés que cambió de sitio a Urdangarín en el Museo de Cera, como si se cumpliera aquello que dijera Alfonso Guerra de que el que se mueve no sale en la foto. Director de Comunicación y Relaciones Públicas del Museo de Cera, con una intensa trayectoria en el mundo de los eventos y la imagen, Presa lo tuvo claro: «Nosotros no juzgamos, pero si desaparece de los actos de la Casa Real, y en el museo, la familia del rey aparece en un acto de Estado, no tiene sentido que esté Iñaki Urdangarín», explica este leonés que lleva a gala el serlo, y más en concreto de la calle López de Fenar.

Abandonó León en 1986, y desde 1990 trabaja en el Museo de Cera, toda una representación estática de la vida social española, que se encuentra entre los diez sitios más visitados de la capital, compartiendo estrellato con lugares emblemáticos como el Santiago Bernabéu o el Museo del Prado. Pero, aunque las figuras no se muevan, el museo sí que lo hace al ritmo de lo que pasa en España. «Nosotros somos un reflejo de lo que pasa en este país, y representamos a los personajes de relevancia que toman parte en la vida social, política y deportiva», explica este leonés que estudió en la antigua Escuela de Comercio, la del Parque de San Francisco, y que, después de trabajar en un banco en La Bañeza, dio el salto a Madrid para dar rienda suelta a su pasión por la vida social y las relaciones públicas.

El Museo de Cera de Madrid está situado en el centro de Madrid y cuenta con una amplia nómina de reconocimientos y visitas ilustres.

Tras reunirse con la dirección y el patronato del Museo de Cera, Gonzalo Presa propuso que el marido de la infanta Cristina pasara a la Sala de Deportes, un lugar que justifica por su calidad de medallista olímpico y en el que compartirá lugar con otros ases del deporte español. La incógnita no es otra que saber qué ocurrirá con el deportista vasco, ex jugador del Barcelona de balonmano, si el proceso judicial que lo rodea termina definitivamente implicándolo de lleno como imputado en la causa judicial.

Ahí, según explica Gonzalo Presa, podría salir del museo y pasar a formar parte de esa especie de purgatorio en el que, junto a las figuras expuestas al público, forma parte de una colección de más de dos mil personajes. Aunque mañana ya no estará en el lugar destinado a la familia real, el responsable de Comunicación del Museo de Cera sí que reconoce que «los días pasados se notó mucha curiosidad y gente que quería hacerse fotos junto a él, aunque tengo que decir que es una de las secciones más visitadas», afirma Presa, que destaca que el museo cuenta con dos grandes atractivos: «Por un lado somos testimonio de la vida española, por lo que aportamos cultura, pero también tenemos ese lado lúdico que le gusta tanto a la gente», remata.

A nivel personal, Presa reconoce que acontecimientos como éste, «me producen mucha satisfacción, por la proyección pública que tienen y porque hacen que nuestro número de visitantes se sitúe en un lugar destacado en los centros museísticos», asegura. Presa, que también es uno de los artífices de los premios Mayte de teatro, puede que venga a León por Navidad, aunque lo que asegura que no quiere perderse nunca es la Semana Santa y las fiestas de San Juan y San Pedro. Pero ahora, lo que más le preocupa es rematar la nueva ubicación de un invitado ilustre del museo, que resulta que no para de moverse.