El negocio de los concesionarios leoneses cae un 60% en cuatro años
Los talleres también sufren un desplome de los ingresos, más acusado desde el 2010.
Los trabajadores de Ibán Hermanos denunciaron su situación ante las puertas de la empresa.
La crisis ha golpeado con dureza al sector de la automoción en la provincia, con más fuerza en los dos últimos años. El caso es que las ventas de vehículos a particulares, el principal negocio de los concesionarios leoneses, cayó un 60% en los últimos cuatro años, según la Asociación Provincial de Talleres de Reparación de Vehículos y Concesionarios. Una situación que, según denuncian desde hace meses, ha puesto contra las cuerdas a muchas de las empresas del sector. Hasta el punto de que Ibán Hermanos, una de las firmas con más trayectoria del sector en la provincia, ha anunciado la presentación de un expediente de extinción de empleos para toda su plantilla, a la que debe además tres mese de sueldo.
Según denunciaron esta misma semana los sindicatos mayoritarios, también han presentados expedientes de regulación de empleo Aslemosa y AutoBierzo. Desde la asociación empresarial se matiza que «ningún empresario despide por gusto, ni cuando hay trabajo». Sin embargo, recuerdan que son cuatro años seguidos de «bajadas del mercado».
También los talleres. No sólo los concesionarios, los talleres también sufren la caída en la facturación. «Hay menos automóviles en el parque vivo, por tanto menos revisiones, mantenimientos,... También la crisis provoca menos desplazamientos, y si se hacen menos kilómetros hay menos revisiones».
También se ha reducido la siniestralidad, lo que es una buena noticia, pero implica igualmente un desceso fuerte en la facturación de chapa y pintura. «Los talleres que han hecho expedientes de regulación de empleo llevan tres años aguantando y esperando la recuperación del sector. Pero no sólo no llega sino que el 2012 va a ser peor, según todas las previsiones».
Desde la asociación de concesionarios y talleres, integrada en la Federación Leonesa de Empresarios (Fele), se asegura que ningún empresario del sector «despide por gusto». Recuerdan incluso los años «buenos» del sector, cuando se disputaban los chapistas, mecánimos y pintores entre los talleres de la provincia. Pero era el año 2006.
Ahora los empresarios advierten de que la situación, que es «terminal» para muchas empresas, sólo tiene visos de empeorar.
Y niegan también otro convencimiento general: «Es una perogrullada afirmar que si se venden menos automóviles nuevos el usuario reparará má su coche. No hay dinero para reparaciones, como no lo hay para comprar coches nuevos ni para otras tantas cosas».
Como ocurre en otros sectores, advierten de que la situación de inestabilidad y temor hace que ni siquiera las personas que podrían adquirir coches sin problemas se animan a hacerlo. Y destacan que la falta de financiación sigue siendo uno de los problemas del sector.