La ordenanza del Rastro, que prohíbe dar gritos, adelante

El reglamento del Rastro recibió ayer en el Pleno su aprobación inicial con el apoyo de PP y UPL, pese a la abstención del PSOE, que recalcó que es «un corta y pega que no recoge las particularidades de León». Una crítica a la que contestó la edil de Comercio, María José Álvarez, quien insistió en que «se ha hecho un estudio detallado del borrador» y se ha actualizado la normativa. «No pueden pretender que en 7 meses entre todo a la vez. La entrada en vigor será paulatina», apuntó la edil popular para atajar el ataque sobre la falta de expedición de ticket en los más de 400 puestos ambulantes.

El documento recoge entre sus prohibiciones la de «producir ruidos, proferir voces o gritos y el uso de altavoces, encender fuego o cualquier otra forma de alteración del orden público», así como «la tenencia de animales», y regula la obligación de tener los precios a la vista, qué productos se pueden vender y cuáles son los requisitos que deben cumplir los titulares de los puestos. Las sanciones van de 60 a 3.000 euros.