Remite la epidemia de gripe, pero aún aparecen brotes

La tasa de incidencia de la gripe en Castilla y León inició un «tímido descenso», aunque por cuarta vez en este invierno se situó por encima del umbral epidémico al cerrarse los datos de la quinta semana del año (del 30 de enero al 5 de febrero) con 179,38 casos detectados por cada 100.000 habitantes frente a los más de 200 de la anterior, es decir, unos 20 menos. La mayoría de los casos son causados por el virus A, uno subtipado como H3, según los últimos datos de la Red Centinela Sanitaria.

Asimismo, la actividad de la gripe en Castilla y León es moderada aunque conserva la consideración de epidemia, al superar y duplicar el umbral fijado en 71,13 casos semanales por cada 100.000 habitantes, probablemente, debido al recrudecimiento del mal tiempo —frío y lluvia—. Esta incidencia al alza de la gripe A, que se ha producido también en el resto del país y de Europa, deja la incidencia del tipo B en un cinco por ciento.

Entre todos los grupos de edad, el de cero a 14 años es el que se ha visto más afectado hasta la fecha por el virus de la gripe. Además, la vacunación ha permitido que de los 316 casos acumulados 306 fueran de enfermos a los que no se les había administrado la vacuna.

Esta semana, 43 médicos de la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León han comunicado 75 casos de gripe, por lo que la población cubierta con esta estimación asciende a 35.155 personas. Además, se procesaron 96 frotis faríngeos (raspado en la garganta para extraer una muestra y analizarla), de los que se detectaron 52 casos por parte de la propia Red.

Ésta forma un sistema de vigilancia compuesto por médicos de familia, pediatras y personal de enfermería.